Oviedo, Pablo ANTUÑA

El césped del Carlos Tartiere presenta un aspecto desolador tras el concierto del grupo «Maná» celebrado el pasado domingo ante cerca de 14.000 personas.

Una parte importante del terreno de juego, una franja de aproximadamente 60 metros de largo por 40 de ancho, que va desde la portería del fondo norte hasta el centro del campo está tan afectada que la única solución es cambiarla. La solución sería pinchar la zona dañada y retapinarla, pero el tiempo corre en contra ya que el Oviedo deberá jugar el próximo domingo en el campo oviedista ante La Roda, con lo que esa solución parece poco viable ya que no da tiempo material para realizar los trabajos con garantía de que el nuevo césped prenda.

La lluvia caída los días previos y el día del concierto agravó los desperfectos en la franja del campo que fue utilizada por los tractores para transportar el material que se utilizó para montar el escenario. Son alrededor de 500 metros cuadrados los que peor estado presentan y ahora el Oviedo busca soluciones de urgencia para afrontar con garantías el partido del próximo domingo ante La Roda.

Para hoy está prevista una reunión entre el Oviedo, el Ayuntamiento, propietario del campo, y la empresa Planet Evens, que organizó el concierto, para buscar soluciones e intentar que el campo esté en condiciones de albergar el partido ante La Roda.

Será una reunión idéntica a la que tuvo lugar el pasado día 14, justo antes del concierto, y en la que el Oviedo ya advirtió de la posibilidad de desperfectos y su escaso tiempo de recuperación basándose en un antecedente cercano. Hace un año, el 15 de julio de 2010, Alejandro Fernández actuó en Oviedo y el césped tardó un largo período en recuperarse.

El club azul espera que de la reunión de hoy salgan soluciones, aunque sean provisionales, con vistas al partido del próximo domingo. La más probable será rellenar con tierra y arena la zona afectada y después pasar el rollo, para efectuar una reparación -pinchar y retapinar- una vez celebrado el encuentro.

El problema añadido que tiene el club azul es que a la jornada siguiente, la del 2 de octubre, volverá a jugar en el Tartiere, ante el Marino, con lo que el problema tiene difícil solución a corto plazo. Tampoco se descarta, aunque esta posibilidad no se abordará hasta la celebración del partido ante La Roda, que el club azul intente cambiar el orden del encuentro ante el Marino, jugando primero en Miramar para dar así más tiempo de recuperación, tres semanas, al césped.

La postura del club azul es de prudencia y no se pronunciará hasta después de la reunión que mantendrán hoy todas las partes implicadas.

El entrenador del Oviedo, Pacheta, no acudirá a la reunión, aunque inspeccionará hoy el estado del césped para poder hacer una valoración.