Entonces el Comité de Competición se ha sentido justiciero y ha anulado la tarjeta amarilla que un árbitro enseñó a Trejo en el Bernabeu el sábado pasado, por lo que podrá jugar frente al Rayo de Sandoval y Michu, y no de Javi Fuego, que está lesionado y cotizado si se hace caso a las informaciones que aparecen sobre el futuro deportivo del poleso. Un chaval del filial ha tenido menos suerte y le han quitado la tarjeta roja por un penalti que no cometió, aunque le imponen dos partidos por llamar «sinvergüenza» a un asistente. El Comité castiga más «sinvergüenza» que «hijo de...», que llamó alguien a un árbitro o a un asistente y que fue considerado desconsideración y no insulto. Cosas veredes, pero los señores del Comité salen a la calle con el sombrero en la cabeza como si estuvieran dictando jurisprudencia. Y la vida sigue, pese a las ancianidades arcaicas.

La vida pasa tan deprisa que pasado mañana es el día del gran duelo al que, según los más finos analistas del lugar, el Real Madrid va a llegar con dudas tras la derrota de Múnich y, sobre todo, tras el pobre fútbol que desplegó el equipo, que pareció dirigido por una leyenda que bien conocemos aquí: balón al central y que él, o ellos, Pepe y Sergio Ramos, el hermano de René, lanzaran en largo en busca del milagro del gato Benzema que se ha convertido en un tigre para sorpresa del director deportivo que ordenó gastar treinta millones de euros en un lateral llamado Coentrao. El sábado, nada más que termine el partido del Anfield del Piles, comienza el gran duelo tras el que, pase lo que pase, no habrá cambio de líder ni de segundo clasificado.

A la semana siguiente, el Sporting vuelve a jugar a las seis de la tarde del sábado, en Cornellá-El Prat ante el Espanyol de Barcelona, que lo mismo cae en los minutos finales por un golazo de Rubén Suárez que golea al tercer clasificado, el Valencia. El Sporting se ha abonado a las tardes de los sábados por los decretos del señor Roures, el dueño de la tenedora de los derechos televisivos de los arruinados clubes españoles. Las doce de la mañana es horario al que se va a asomar por segunda vez el Madrid y al que se asomará la temporada que viene el Sporting, de acuerdo con los anuncios de un consejero rojiblanco y del presidente de las peñas. Los señores Fernández Prendes, don Mariano, y Suárez Braña, don José María, han confesado a las buenas gentes de la peña Canella de Laviana que el Sporting ya está en Segunda. Las llamadas a la pelea y a la esperanza no han calado en sportinguistas tan preclaros.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿quién va a afrontar la responsabilidad de la confección de la plantilla rojiblanca para la temporada que viene? ¿Va a ser una persona o un colectivo? Porque será bueno saber estos detalles para ir intuyendo con el debido respeto por dónde pueden ir los tiros. Hay quien piensa, y no se esconde en pregonarlo por las esquinas gijonesas, que para la próxima plantilla serán más importantes los descartes que las incorporaciones porque hay que terminar con mucha instalación falsa y con actitudes erróneas. Pues eso.