Alguno de los futbolistas que ayer alineó Abelardo, aún no tiene la edad legal para poder beber. Esto no impidió que los «yogurinos» del Sporting B disfrutasen su Copa y se apuntasen a la ronda final, que se disputará en el Suárez Puerta de Avilés. A pesar de la ventaja traída de la ida, los rojiblancos tuvieron que trabajarse la clasificación. Es cierto que tuvieron ocasiones diáfanas para haber goleado al Marino -el portero Diego fue el mejor hombre de los luanquinos y el poste repelió dos remates francos de Álex Serrano y Pablo Pérez-, pero también lo es que los rojiblancos pudieron quedar eliminado en la última jugada. Álex Arias lanzó una polémica falta desde la frontal del área y Davo tuvo que emplearse a fondo para desviar el balón.

El Sporting buscó la victoria desde el principio y tuvo casi todas las ocasiones. Álex Serrano aprovechó un saque de banda para girarse y mandar un remate cruzado que se estrelló en el palo en los primeros minutos. El aviso no arredró a los luanquinos que marcaron en su única aproximación del primer tiempo. Pablo Acebal superó con facilidad a Ernesto, ganó la línea de fondo y sacó un pase atrás para que Diego se anticipase a los centrales y fusilase a Davo.

Con la eliminatoria igualada, el Sporting no se alteró. Un error de José Ángel dejó a Serrano cara a cara con Diego, pero al canterano le faltó pericia para superar al portero. El Sporting amontonaba ocasiones llegando con claridad hasta que, Pablo Pérez, su hombre más lúcido, se coló en el área y asistió a Álvaro Bustos, que marcó con temple.

En la segunda parte, el Marino dio un paso al frente. Los de Quirós tuvieron el dominio territorial, pero las ocasiones siguieron siendo rojiblancas. La mejor fue una colada de Jairo cuyo centro fue cabeceado por Pablo Pérez al poste. El mediapunta se hizo con el rechace, pero su remate forzado fue desviado por Diego en una intervención de gran mérito.

Le tocaba dar al Marino que lanzó su ofensiva final. Diego tuvo su ocasión más clara, pero remató blandito tras un buen servicio de Saavedra. Hubo ocasiones menos claras para ambos equipos, hasta que el tiempo se paró. Con el añadido ya vencido, a López Abilleira el cuerpo le pedía marcha y señaló una falta más que dudosa sobre la frontal del área rojiblanco. Davo estuvo a la altura del lanzamiento de Álex y convirtió al filial en finalista.