El central Sergio Fernández (Avilés, 1977) ayer comunicó ayer oficialmente que abandona el fútbol después de 17 temporadas y más de 400 partidos oficiales. Las últimas lesiones han podido con él. El jugador, de 35 años, que compareció acompañado por Manuel Vega-Arango y Raúl Lozano, presidente y director deportivo del Sporting respectivamente, renuncia a su contrato, califica de «dura y triste» la decisión «pero quería ser honesto».

-Difícil decisión...

-Cuando llegué al Sporting ya comenté que no venía para pasearme y jubilarme aquí, quería jugar y ayudar al equipo de mi tierra a lograr el reto del ascenso. Pero en los dos últimos meses cada vez que me ponía a entrenar me volvía a romper y así no podía seguir aunque tuviera contrato.

-Le habrá pesado también que el anterior entrenador, Manolo, había apostado por usted y no le pudo corresponder.

-Cuando ya tienes 35 años y llevas mil batallas encima, al cuerpo le cuesta más recuperar y quedan secuelas. Lo pasaba muy mal al no poder ayudar al técnico y al amigo. Le daba muchas vueltas a la cabeza, venir a Mareo para ir al gimnasio y ponerme a tratamiento dando el coñazo al cuerpo médico. Todo esto pesa físicamente y también mentalmente porque vine al Sporting para jugar y no a pasear. Así que lo hablé con la familia y la decisión la tomé ya hace más de una semana.

-¿A quién se lo dijo primero?

-A Manolo Sánchez, que al verme triste me llamó por teléfono para interesarse por mi estado y entonces se lo comenté. Fue antes del partido de Copa del Rey y por eso preferí no decir nada para no influir ante los dos partidos tan importantes que tenía el equipo frente al Mirandés y luego en Liga con el Almería. Lo primero era el Sporting.

-También Sandoval el viernes le quiso convencer en una larga conversación.

-El nuevo técnico me vino a ver pero ya le comenté que ya había decidido ese adiós y me comprendió. También le aclaré que no tenía nada en contra de él, pero que no me veía ya para jugar en esas condiciones, con lesión tras lesión.

-Estuvo en equipos profesionales como Sporting, Celta, Zaragoza, Osasuna y ahora otra vez en el Sporting. ¿Con qué momento se queda?

-No tengo uno especial aunque estuve jugando también en competición europea. Me quedo con todos porque he disfrutado de mi profesión y trabajando siempre en equipos buenos y al lado de grandes jugadores. Quizás lo más duro fue cuando me rompí los ligamentos cruzados en el Celta. Me costó mucho recuperarme cuando llevaba una temporada muy buena.

-¿El regreso a casa estaba siendo muy duro para un veterano como usted?

-Sí porque si vine al Sporting era por renovar ilusiones y buscar el reto del ascenso, pero sólo pude jugar un partido oficial porque luego ya fue de lesión en lesión. Todo esto te quema y lógicamente te afecta a la cabeza.

-Con esta decisión demuestra honradez, al no aprovecharse del contrato firmado.

-No es para que me lo reconozca la gente, pero eso también me lo dijo Sandoval al conocer mi decisión. La verdad es que últimamente venía a Mareo y muchas veces me preguntaba ¿qué hago aquí sin poder jugar? La decisión fue dura pero creo que era mejor irme a casa con la familia. Y de paso ayudo también al Sporting para que con mi ficha puedan dar paso a otro futbolista.

-¿Cómo vivió desde la grada el triunfo ante el Almería?

-Con mucha alegría porque los compañeros lucharon mucho y lograron un triunfo muy importante. Ya hacía falta porque también antes con Manolo Sánchez se hicieron buenos partidos, especialmente en pretemporada. Pero al final decidieron los resultados y cayó el entrenador.

-¿Falló su amigo Manolo?

-No, hizo un trabajo fenomenal en un año duro donde todas las miradas estaban puestas en el ascenso. Confío en que se reponga y sé que tendrá un buen futuro como técnico porque es trabajador. Influyeron mucho también los nervios por parte de todo el mundo. Algunos jugadores no pudimos estar a la altura esperada y lo pagó el entrenador.

-¿Qué futuro le ve aún al Sporting en esta Liga?

-Pienso que el equipo irá para arriba como también lo pensaba cuando lo llevaba Manolo Sánchez. Se ha logrado ahora una buena victoria ante un equipo que estaba fuerte como el Almería y eso siempre da moral.

-¿Vio algo nuevo en este cambio de entrenador?

-He visto al equipo andar como motos ante el conjunto andaluz pero eso es algo que siempre pasa en la primera semana cuando llega un técnico nuevo porque todos se motivan más. Pero también pasó con Manolo Sánchez durante la pretemporada, donde se hicieron grandes partidos, aunque después en los oficiales no se logró lo mismo.

-Lo pone complicado.

-No, lo que pasa es que hay que esperar y confiar en que se siga en esta línea, con esa intensidad, y que luego además acompañen los resultados. Pienso que va a ser una temporada dura en la cual nos tocará sufrir mucho, pero también creo que aún se puede estar en los puestos de arriba. Lo principal en estos momentos es seguir sumando de tres en tres.