El presidente del Unión Financiera Asturiana Oviedo Baloncesto era ayer un hombre feliz mientras realizaba el camino de vuelta de Las Palmas hacia Oviedo. Fernando Villabella se traía bajo el brazo nada menos que el ascenso a LEB Oro, «un sueño hecho realidad».

-¿Habrá la próxima temporada un equipo en Oviedo compitiendo en LEB Oro?

Vamos a poner toda la carne en el asador para cumplir un sueño que es el de toda la ciudad, como se ha visto con las muestras de apoyo que hemos recibido estos días a través de las redes sociales. Ha sido espectacular. Es algo que no te puedes imaginar hasta que se te bloquea el teléfono por la cantidad de mensajes recibidos.

-¿Cuánto dinero necesitan para poder competir en LEB Oro?

El presupuesto mínimo que necesitamos para salir a competir en Oro son 300.000 euros para el primer equipo. En ellos está incluido todo: pagar a los jugadores, la cuota de inscripción, el aval, los viajes.

-¿Y de dónde puede salir ese dinero?

De los patrocinadores, de las instituciones, de las pequeñas empresas que colaboran con nosotros, de un patrocinador principal...

-¿Es también la hora de pedir a la gente que dé un paso al frente si quiere tener un equipo de baloncesto de este nivel?

Sí, por supuesto. Estamos valorando lanzar una campaña de socios adelantada. Ahí es donde veremos si la ciudad está implicada. Y yo estoy convencido de que es así. La mejor manera de demostrarlo es abonándose al club.

-¿Se mueven o no se mueven de Pumarín?

Nos gustaría seguir en Pumarín, pero mejorando el aforo. No nos queremos mover de Pumarín, pero si el previsible aumento de aforo nos obliga a hacerlo tenemos claras dos cosas: nunca iremos al Palacio de Deportes, sería un suicidio, y que queremos que la cantera esté donde esté el primer equipo.

-Todo el mundo habla de lo buenos gestores que son. ¿Cuál es el secreto de la directiva de la que usted está al frente para tener tan buena fama?

No lo sé. Creo que supimos aprovechar la oportunidad que nos daba tener tan poco dinero. El hambre agudiza el ingenio. Si tuviéramos dinero, no viajaríamos en furgonetas o no tendríamos la colaboración de Pizza Juan, que, dando de comer y cenar a los jugadores cada día, está al nivel de un patrocinador principal. Acostumbramos a hacer las cosas meditadamente y nos hemos ido ganando la fama de ser un club agradable y que paga lo que se compromete a pagar. También somos un club que lo hacemos gente que está enamorada del deporte en el que estamos metidos. Gente de baloncesto.

-Ahora es tiempo de incertidumbre, de buscar apoyos y de no saber lo que va a pasar. ¿Cómo lo van a hacer para mantener a una plantilla que ha hecho una temporada redonda? ¿Les pueden asegurar que aquí tendrán un equipo donde jugar?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que somos pobres. Y eso hace que se puedan llevar a los mejores de tu equipo. Es así. Nuestra tradición es mantener bloques. Adrián y Héctor Macía y Agustín Prieto llevan juntos siete temporadas. Soy optimista. Los jugadores de la plantilla son gente con la cabeza en su sitio y que saben cómo están las cosas. Y excepto ofertas imposibles de rechazar, yo creo que van a intentar quedarse. Les diremos que vamos a hacer todo lo posible por cumplir el sueño de nuestra vida y que aquí van a tener la puerta abierta y que estaríamos encantados de que se queden.

-Hablaba antes de tres grandes clásicos del equipo. ¿Seguirán?

A mí me gustaría que siguieran. Año a año han ido adaptándose a su rol en el equipo. Se necesita en un equipo gente como ellos, son un referente para la gente que viene nueva. Además, se lo merecen.

-También merece un elogio Héctor Galán. Ha hecho una gran plantilla con muy poco. ¿No?

La gran virtud de Galán es la paciencia que tiene para aguantarme a mí, que no es fácil. Es una persona prudente, estable, discreta... Es una bendición para el club y tiene un gran ojo para los jugadores. Es básico en todos los aspectos y no sólo en lo deportivo.

-Y el sábado, ¿despedida por todo lo alto en Pumarín?

Será un día para que los toreros salgan a la pista y recojan el cariño de Pumarín. No sabemos aún si habrá algún acto oficial de entrega de Copa por parte de la Federación.

La primera consecuencia del ascenso ha sido la incorporación de Hanley al Valladolid, de ACB, donde tendrá como compañero a O'Leary, otro ex jugador del Oviedo.

-¿Le ha sorprendido el rendimiento de Hanley?

Fue una sorpresa. Nadie esperaba que fuera a ser el mejor jugador de la LEB Plata. Ahora se nos va a Valladolid, donde tenemos una sucursal. Ya llamé a O'Leary para que lo reciba bien y le dé calor y cariño. Le deseamos lo mejor y que le vaya bien en la ACB. Y si no, siempre tendrá las puertas del Oviedo abiertas.