«Todos los clubes tienen que presentar un presupuesto previo de cara a la próxima temporada que será revisado por la Liga. En función de los gastos que tengan que afrontar y de un histórico de temporadas anteriores, la Liga les señalará el tope salarial que pueden gastar como máximo». Esta medida entrará en vigor la próxima temporada, como primer paso de una vertiente más reguladora de la Liga de Fútbol Profesional. Las consecuencias de ese tope serán inmediatas: «En el momento en que un club lo alcance, ya no podrá inscribir más jugadores por mucho que los contrate». Incluso se contemplan las sanciones para los que se salgan del redil. «Si se mantiene un gasto excesivo, se aplicarán unas sanciones. La tercera conllevará la expulsión de la Liga de Fútbol Profesional», desgrana Javier Tebas. El tope salarial no será el mismo para cada equipo, sino que «serán trajes a medida».

Este severo control al gasto de los equipos se contextualiza en el acuerdo alcanzado entre la LFP y el Estado para «reducir a cero la deuda de los clubes con la Agencia Tributaria antes de 2020. Este año ya se ha reducido en casi un 10%, según los datos de Hacienda».

El presidente de la LFP no regateó ninguna de las preguntas que se le plantearon y embistió con decisión los capotes que se le mostraban. Uno de los temas más candentes fue el de los fondos de inversión que van posicionándose en el fútbol español. El Sporting ya ha recurrido en varias ocasiones a Doyen Group, primero como patrocinador y luego como prestamista, poniendo como aval los traspasos de algunos futbolistas. Tebas se mostró partidario de «regular, más que prohibir, la actividad de estos fondos de inversión». Incluso se mostró satisfecho con su influencia en el fútbol español, al que «han permitido tener una financiación que no le han dado los medios financieros habituales y además asumen los cambios en la cotización de los futbolistas».

Ésta es una cuestión con muchas aristas. Hay fondos que ya poseen derechos de futbolistas y otros que parecen decididos a controlar equipos. Hoy en día la ley permitiría a un grupo financiero hacerse con la propiedad de un equipo de fútbol. Las limitaciones a las que se refiere Tebas serían tres: «Controlar el número de jugadores que un fondo controla dentro de un club, limitar su edad para que no acaben haciéndose con una cantera entera como sucedió en Argentina, y el número de clubes en que tenga jugadores».

Con Javier Tebas en el uso de la palabra, no podía pasar por alto el asunto de los amaños de partidos. El dirigente se muestra encantado porque «esta temporada estamos encontrando más colaboración de clubes y futbolistas» y destaca como un hecho relevante la acusación del levantinista Barquero a sus compañeros de vestuario por predeterminar el resultado de un partido. Tebas entiende que la mera sospecha o un rumor sólido bastan para acudir a la Policía y que habrá una investigación. El dirigente advierte contra las apuestas, las primas por ganar o los acuerdos no económicos como el «Pacto de Llanes», entre Sporting y Racing. Tebas se muestra tajante al señalar que «si hay una implicación clara de un club, será expulsado de la Liga de Fútbol Profesional y si es de un jugador será inhabilitado y puede dar con sus huesos en la cárcel porque es un delito desde 2010». Por último, anunció que quiere crear la figura del arrepentido porque dice tener futbolistas en esa situación.