«Claro que corrió riesgo la vida de Cristian Bustos al principio por falta de oxigeno hasta que se le facilitó que entrara por vías aéreas con la sonda de Guedel para que tampoco la lengua le bloqueara la entrada. Revisé las imágenes del suceso y era un tema grave. Afortunadamente tenemos gente entrenada (doctor Gonzalo Revuelta) a pie de campo para estos casos», comenta Antonio Maestro, jefe de los servicios médicos del Sporting, sobre el desvanecimiento del día anterior del pivote alicantino.
El doctor rojiblanco explica que el caso de Cristian Bustos fue «una crisis comicial por origen epiléptico y ya tuvo un episodio similar en 2011 con el Celta. Hablamos con el cuerpo médico del club en Vigo y coincide con este episodio. Entonces se le hicieron controles, pero en un segundo percance ya hay que estudiar bien el tema y seguramente se le dará luego un tratamiento farmacológico y podrá hacer vida normal y deportiva».
Todo esto siempre que en las pruebas que faltan por hacerle al futbolista no aparezcan otras cosas. Maestro aclara que «en el scanner no se le vio nada en el cerebro, ni nada anormal, ni tampoco en la analítica. Esta próxima semana se harán más pruebas, entre otras un electro encefalograma, para descartar cosas, y también será inspeccionado por neurólogos».
El salir por la tarde del desfallecimiento del hospital de Cabueñes para su domicilio, según el médico del Sporting, fue porque «no se le vieron alteraciones importantes, se había recuperado y se le iba a poner en reposo. Se decidió que estuviera en casa con su familia tranquilamente llevándole un control y hablamos ahora con él y está bien».
En cuanto a cómo le pudo dar este ataque epiléptico, Maestro matiza que «en las crisis comiciales muchas veces no se sabe el origen. Se achaca en ocasiones al estrés, pero no existe una causa conocida en muchos episodios. En otros se encuentran focos a nivel cerebral pero ahora no aparecieron en el scanner que se le hizo. Ahora tiene que tener reposo y hacerle unas cuantas pruebas más para ponerle luego un tratamiento».
