«Mi mujer me dice que estoy loco, pero mi vida es el fútbol y nadie me lo va a quitar». Dos heridas en la frente y un pequeño dolor de cabeza son las únicas secuelas del incidente que sufrió el pasado viernes. Cristian Bustos está totalmente recuperado de la crisis epiléptica que lo sorprendió en Mareo. «Tengo que hacer alguna prueba más y contactaré con especialistas para concretar las causas. Es la segunda vez que me sucede y lo más importante es que podamos encontrar un remedio. Lo llevo con menos miedo que los que lo vieron de cerca», explica a LA NUEVA ESPAÑA. El alicantino lamenta que este percance le haya impedido despedirse de El Molinón, y quizá también del Sporting. Reflexiona abiertamente de su futuro, que sólo pasa en estos momentos por Vigo.

«Deportivamente, jugar en Primera es un salto importante para mí», reconoce Bustos. El alicantino admite el interés de Abel Resino en que integre el proyecto de la próxima temporada y, sin perder de vista al Sporting, se muestra esperanzado ante la oportunidad de recuperar protagonismo en el Celta. «El entrenador con el que no tenía demasiado "feeling" ya no está, y en el club y entre la afición estoy bastante valorado en Vigo. No es que con Herrera quisiera ser titular indiscutible, o intocable, pero hubo un desgaste entre ambos. Quise marcharme, pese a que el Celta intentó evitarlo inicialmente, y todo desembocó en mi llegada a Gijón», recuerda. No oculta que la permanencia de los gallegos ha influido en sus planes y deja una rendija abierta a una futura vuelta. «Si algún día tuviera que cambiar de aires, mi primera opción será Gijón. Sé que Sandoval va a hacer fuerza para que regrese, pero no es fácil. Me quedan tres años de contrato. Habrá que esperar», señala. Bustos avala la incorporación de López Garai, a quien le une una gran amistad tras la etapa que compartieron en Balaídos: «Su fichaje sería un acierto pleno. Es un futbolista contrastado, que se mueve por la ilusión, y además tiene un hambre deportiva terrorífica». No podrá jugar ante el Mirandés, aunque su idea es pasar esta tarde por Mareo: «El médico me pide descanso, pero el fútbol tira mucho».