«Hemos tenido que esperar por un problema, ahora no vamos a correr, pero sí intentaremos agilizar al máximo lo que queda de obra», señaló ayer el gerente del Avilés, Victorino Arias, en relación a las obras de adecuación del antiguo campo de Inespal, en Zeluán. Las instalaciones gozoniegas son las elegidas por el club blanquiazul y el entrenador del primer equipo, Josu Uribe, para que sirvan de campo de entrenamiento al primer equipo.

Estaba previsto que los jugadores iniciaran la pretemporada en el campo de Inespal, el problema fue que la instalación no tenía acometida de agua, lo que retrasó las obras. Ayer mismo, el agua llegó al vestuario y al campo, por lo que ahora se puede continuar con la adecuación del campo, obra de la que se encarga la empresa Talloastur. «Mañana mismo -por hoy- por la mañana se reanudarán las obras. Ahora lo que queremos es que quede perfectamente. Después del retraso, si hay que esperar dos días más no pasa nada si es para que todo esté en orden y no haya problemas», explica Arias.

«A ver como lo ve el responsable de la obra», comento el gerente del Avilés. Vitorino Arias opina que lo primero que va a haber que hacer es replantar de nuevo el césped, volver a segarlo y «hacer todo lo pertinente para el césped sirva para entrenar». Por otro lado, los trabajadores del club se encargarán también a partir de hoy de adecuar el edificio donde se encuentran los vestuarios.

Con todo, el gerente cree que la decisión de trasladar los entrenamientos al campo gozoniego ha sido acertada, ya que el campo parece reunir las características necesarias para los entrenamientos de un equipo de Segunda B.

Por el momento, los jugadores están entrenando en el Suárez Puerta en las sesiones de campo (ya que las de carrera las realizán en el parque Ferrera, aparte de las de fuerza en el gimnasio del club), a la espera de que el campo de Zeluán esté en condiciones.

El campo de entrenamiento fue un quebradero de cabeza la temporada pasada, se utilizaron cuatro escenarios diferentes, y el club espera de una vez por todas encontrar la solución. Este verano se barajó utilizar El Pico, en Soto del Barco; La Toba, en Llaranes; el Santo Domingo, en Miranda; e incluso, el Muro de Zaro, tambien en Llaranes, además del de Inespal. El campo donde se juegan los partidos, el Suárez Puerta, ya se quiso preservar la temporada pasada y en esta, en el que el castigo será aun mayor, ya que el filial de Tecera División también jugará en él, la preocupación aumenta.