El presidente de la escudería italiana Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, le dio ayer un aviso al piloto asturiano Fernando Alonso por las declaraciones que hizo tras el Gran Premio de Hungría, pidiéndole más calma y que mire por el equipo antes que por sus intereses personales.

Mediante un comunicado divulgado en su página web, Ferrari informó de la reunión que Montezemolo mantuvo ayer con los técnicos y el director deportivo de la escudería, Stefano Domenicali, para analizar la situación del equipo, al que pidió un «inmediato cambio de registro» para empezar a luchar por la victoria desde ya, como había ocurrido hasta el Gran Premio de Canadá.

Asimismo, el presidente de Ferrari llamó por teléfono al asturiano, uno de los dos titulares de Ferrari junto al brasileño Felipe Massa, para felicitarle por su cumpleaños (ayer cumplió 32 años) y para «tirarle de las orejas» por unas declaraciones que «no han gustado ni a Montezemolo ni a todo el equipo», según indicó la escudería.

«A todos los grandes campeones que han pilotado para Ferrari siempre se les ha pedido que antepusieran los intereses del equipo a los personales», dijo Montezemolo en unas declaraciones literales recogidas en la web de Ferrari.

«Éste es el momento de mantener la calma, evitar polémicas y aportar con humildad y determinación la contribución de cada uno, estando cerca, en la pista y fuera de ella, del equipo y sus hombres», añadió.

El presidente de Ferrari apostó además por «cerrar filas» en la escudería, sin dejarse llevar por «desahogos que, aunque comprensibles en la inmediatez de un resultado negativo, no benefician a nadie».

El domingo, Alonso, tras terminar quinto en el Gran Premio de Hungría, dijo que tienen que «ir esperando y recogiendo» lo que les «dejen los demás» y que espera que se mejore su monoplaza con miras a la segunda mitad del mundial, en el que ahora es tercero, a 39 puntos del líder, el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), por detrás también de Raikkonen, que tiene un punto más.

«Sabemos que hemos tenido altibajos. Empezamos con un coche regular. Lo mejoramos y el pico seguramente fue en el Gran Premio de España (que ganó, en mayo, en Barcelona), en el que quedamos Massa y yo en el podio», explicó el bicampeón del mundo.

«Y luego empezamos a bajar. Así que ahora esperamos que llegue una nueva subida para permitirnos luchar por el título. Dije el sábado que la quinta posición, aunque parecía una tontería lo que había dicho, era un milagro. Sabíamos que nuestra posición era un séptimo o un octavo», comentó.

En la reunión de ayer, Montezemolo fue muy directo al pedir una «revolución» a sus técnicos, a quienes dio un cuchillo para que se lo pusieran entre los dientes para dar muestra de la firme determinación que deben mantener de aquí al final de la temporada, pues no le gustó la Ferrari que vio este domingo.

Según el presidente de Ferrari, éste no es el momento de ponerse a discutir quién es responsable de una u otra decisión, sobre todo porque «aún todo es posible» con nueve carreras por delante, pero indicó que el cambio debe llegar ya desde la próxima competición.

Ferrari considera además que la introducción de los nuevos neumáticos ha sido «una variable que no ha sido para nada favorable» a su equipo, una elección, la de Pirelli, que «ha contribuido a alterar artificialmente los valores sobre el tablero de juego» y que no ha gustado ni al presidente de la escudería italiana ni a sus hombres.

Además del aviso a Fernando Alonso, Ferrari anunció ayer la llegada a partir del 1 de septiembre de James Allison como nuevo director técnico de la escudería, en lo que puede ser la primera medida para intentar mejorar el rendimiento de los coches. De este modo, con la contratación del británico, que el pasado mes de mayo dejó su puesto en la escudería Lotus y que se centrará en el chásis, Pat Fry será el nuevo director de Ingeniería. Según indicó la escudería italiana ambos informarán «directamente» a Stefano Domenicali.