Avilés, A. FERNÁNDEZ

El Club Náutico de Luanco da un giro total a su política deportiva y se propone empezar de cero, dejar la liga de traineras y trabajar con los jóvenes para que puedan competir todo el año en otras especialidades, como bateles o banco móvil, para ir formando poco a poco una trainera con remeros de la comarca.

Y es que La Lluanquina no trae más que problemas. Es la embarcación más vieja de la Liga ARC 2 y la mayoría de sus componentes son de fuera, con los gastos que conlleva. El mensaje de la presidenta del Club, Ana de Juan, es claro: «La próxima temporada la Lluanquina no sale, excepto que haya apoyo económico suficiente».

La iniciativa de cambio de rumbo partió de una reunión de los remeros del Club que aceptó sin reservas la directiva. «No podemos seguir así y hay que buscar soluciones para que el club no se muera», comentó la presidenta para añadir: «Estamos metidos hasta el cuello y con serios problemas para acabar de pagar los gastos de este año. El Ayuntamiento nos dio la mitad de lo que nos daba y la situación es delicada». De Juan admite que los jóvenes estaban «un poco abandonados» por tirar de la trainera, algo que, asegura, va a cambiar radicalmente. «Los chavales se acaban aburriendo y lo dejan porque tienen que esperar nueve años para remar en la trainera, pero ahora es al contrario. Vamos a dedicarnos a los chavales y promocionar las otras especialidades para que remen todo el año para ir haciendo cantera. Y si el año que viene puede salir la trainera porque hay ayuda, muy bien, pero no nos vamos a estrellar con la ella y dejar el resto atrás».

De Juan hace un llamamiento a los jóvenes de la comarca para que se sumen al proyecto y a los promotores para que apoyen económicamente. «Necesitamos el apoyo de todos para un proyecto que consideramos muy importante porque vamos a trabajar con la gente joven y los veteranos que quieran seguir, por supuesto», señaló.

El Club tiene esta temporada un presupuesto de unos 60.000 euros, y la mayoría es para cubrir los gastos de La Lluanquina, que tiene que competir con los clubes vascos, que mueven 300.000 euros. «A ellos los ayuntamientos les dan 100.000 euros y a nosotros no nos pagaron ni la bandera de Luanco, que nos cuesta 9.000 euros solo en premios, más todo lo de alrededor. Así es difícil competir», concluyó De Juan.