No podía ser de otra manera sino con sufrimiento, y con el corazón en un puño. El Caudal ganó ayer su primera final de las cuatro que le restaban hasta final de liga para lograr la gesta de la salvación. Y lo hizo ante un Sporting B casi salvado, pero que peleó con garra cada balón. En una tarde de Jueves Santo en la que el público respondió igualmente a la llamada del Hermanos Antuña, el gol de Nacho Fernández en el minuto 93 deja a los mierenses aún con opciones de permanencia a tres partidos del final de la liga.

Arrancaba el Caudal con la fuerza del que se sabe en una situación crítica, y antes del primer minuto avisaba con una volea desde la izquierda de Jorge que rozaba Ayala para enviar a córner. Abraham primero en el 10, y Rojas de cabeza un minuto más tarde a la salida de un córner que se marchó rozando el palo daban alas a los de Tomé, que sin embargo no lograban abrir la lata. Un par de llegadas estériles más a cargo de los caudalistas introdujeron el partido en una fase de imprecisiones, que aprovechó el filial sportinguista para venirse arriba. De hecho, en dos minutos, Castro y Dani metieron el miedo en el cuerpo a la parroquia local. En el 37, el "7" del Sporting estrellaba un balón en Nacho Fernández cuando tenía la puerta vacía tras una indecisión entre Jano y Bielsa. Un minuto después, Dani superó con un gran regate a la zaga mierense y tras hacer lo más difícil se dejó caer en el área sin que el árbitro hiciera mas que mostrarle la amarilla al interpretar un piscinazo.

Aparecieron los primeros silbidos en el Antuña, molesto con el juego del equipo, que sin embargo golpearía primero. Fue en el 43, al transformar Jorge un penalti decretado por el árbitro a instancias de su asistente por mano de Alex Menéndez a centro de Javi Sánchez. Le pegó el 10 caudalista a media altura y a la izquierda de Ayala, que acertó la dirección pero no pudo atrapar. Apenas dos minutos más tarde, ya en el 45, Mera ejecutaba magistralmente una falta al borde del área con un preciso disparo sobre la barrera que se coló en la escuadra derecha de Bielsa.

La segunda parte empezó por los mismos derroteros, con un Caudal dominante, pero sin definición. El filial rojiblanco de Abelardo, agazapado, olía sangre en su rival, atenazado en ocasiones por la situación, y aprovechaba para tirar zarpazos a la contra que a punto estuvieron de noquear al equipo de Tomé. Prueba de ello fue un balón al larguero de Mera mediado el segundo acto, que enmudeció el coliseo caudalista. Los blanquinegros también tuvieron las suyas, pero los disparos de Samuel, Beceiro, Jorge o Abraham terminaban siempre en manos de Ayala o perdidos en el limbo.

Tomé arriesgó con cambios ofensivos, y la apuesta salió finalmente bien. Llegó el mágico minuto 93. Con más corazón que cabeza y piernas, el Caudal botó un córner, el enésimo del partido. Lo hizo Abraham, que colgó una pelota a la que Nacho Fernández impactó de cabeza con rabia, con furia y con puntería, enviándola a la escuadra derecha de la meta de Ayala, y que este no pudo alcanzar pese a su buena estirada.

No era domingo, pero el Caudal inició ayer, Jueves Santo, su resurrección.

Caudal: Bielsa (1); Lulu (1), Jano (1), Pantiga (1), Nacho Fernández (3); Samuel (1), Nacho Matador (1), Abraham (2), Jorge (2); Javi Sánchez (1) y Rojas (2).

Cambios: Armando Invernón (1) por Lulu, min. 60. Iago Beceiro (1) por Samuel, min.69. Merchán (1) por Pantiga, min. 77.

Sporting B: Ayala (1); Alberto (1), Alex Menéndez (2), Erencia (1), Jorge Mere (1); Guitian (1), Zambrano (1), Castro (2), Dani (2), Mera (3); y Yacine (1).

Cambios: Alain (1) por Guitian, min.61. Guillermo (1) por Mera, min. 71. Alex García (1) por Castro, min.74

Goles: 1-0, min. 43: Jorge, de penalti. 1-1, min. 45: Mera, de falta directa. 2-1, min.93: Nacho Fernández.

Árbitro: López Puerta (comité madrileño). Amonestó por parte del Sporting B a Erencia y Dani, y por parte del Caudal a Javi Sánchez y Samuel.

Hermanos Antuña. Unos 700 espectadores.