Satisfecho pero aún con la tensión acumulada en el cuerpo, Miguel Ángel Álvarez Tomé aseguraba ayer que el postrero gol de Nacho Fernández da al equipo mierense "algo de aire, algo de vida". El técnico mierense se refirió a los tres cambios que realizó en la segunda parte, metiendo hombres de ataque y sacando del campo a tres defensas: "Desordenamos un tanto el partido arriesgando mucho para dar un cambio. Era ganar o perder, el empate no valía para nada". Y le salió bien: "Con menos juego que otras veces, pero sí pisando área y con ocasiones".

Tomé analizó el encuentro pormenorizadamente, con un arranque de partido de su agrado. "Me gustó el equipo los primeros 20 minutos, generamos ocasiones, pero en la definición estamos erráticos", dijo. A partir de ahí, el técnico reconoció que su equipo "fue a menos", algo que achacó a dos factores: el calor y los nervios. Para el futuro, el mismo guión: "Nos quedan tres partidos y cada uno es un mundo, iremos a Avilés a darlo todo y sacar los tres puntos", finalizó Tomé.

Contrariado pasaba por sala de prensa Abelardo Fernández. El técnico del filial sportinguista aseguraba que "siempre es sangrante perder en el descuento, nos ha pasado en varias ocasiones este año. Hemos tenido un error en el marcaje en esa acción a balón parado y nos ha costado el partido". Abelardo reconoció la labor de sus jugadores durante toda la temporada: "Hemos respondido bien durante todo el año, y la pena es que esta derrota nos hace sufrir un poco más, porque todavía no estamos matemáticamente salvados". "Nos quedan dos partidos muy complicados fuera de casa y la pena es que con este punto estaba hecho", agregó.

Por último, reconoció el mérito del Caudal por la presión con la que tiene que jugar: "No es fácil jugar en la situación en la que están, lo han dado todo el campo, y se han llevado esta victoria en un partido que han peleado hasta el final".