"Me gusta estar en contacto con el balón, ser protagonista. No sé si eso significa llevar las riendas del equipo, sólo intento ayudar a mis compañeros". Jony asume con media sonrisa el protagonismo en la victoria ante el Numancia que le colocan desde fuera. El cangués se queda con la importancia de haber conseguido la primera victoria del año, aunque admite que atraviesa una de las etapas más dulces desde su llegada al Sporting. "Estoy en un gran momento de confianza. Se lo debo al equipo y al trabajo, porque nadie me ha regalado nada", subraya.

"Nos vino muy bien el primer gol porque desatascó el partido", explica Jony sin querer colgarse demasiadas medallas tras aprovechar una galopada, en combinación con Isma López, con la que estrenó el marcador. "A medida que fue pasando el tiempo, el equipo cogió confianza y tiró para arriba", añade. El cangués cree que este triunfo permite hacer olvidar el tropiezo ante el Betis y ayuda a encarar la segunda vuelta con las sensaciones positivas que han venido caracterizado la dinámica de los rojiblancos. "Hay que seguir dándolo todo. El trabajo siempre tiene sus frutos", subraya.

Si Jony mostró el camino hacia los tres puntos, Bernardo volvió a aparecer en una acción de estrategia para acabar de encarrillarlo firmando su segundo tanto esta campaña. "El gol recuerda al que me anularon en Tenerife, que no sé qué señalo realmente el árbitro", afirma el colombiano, que asegura haber ganado la disputa con la misma limpieza que la jugada protagonizada en el Heliodoro Rodríguez López. "Voy claramente a por el balón, lo toco antes, y el portero, al final, choca conmigo. Es un gol de fe", subraya. Bernardo recuerda la importancia de "volver a dejar la puerta a cero y además llevarnos el triunfo por una diferencia importante. Hemos demostrado eficacia. El resultado significa muchas cosas: vuelves a ganar y te mantienes en la pelea".

El tercero en discordia fue Pablo Pérez, que finalizó una de las jugadas más brillantes del encuentro de una manera particular. "Le pegué al balón primero con la mejilla y luego con el hombro, pero en la rula no preguntan, apuntan", comenta con humor el gijonés. Siete lleva ya esta campaña, números que le mantienen como el máximo artillero del equipo. Pablo Pérez supera además los seis que firmó, de manera consecutiva, en las últimas dos campañas en el filial. "Siempre digo que eso da igual, lo importante es que el equipo gane. No teníamos ningún temor por haber perdido la pasada jornada. Salimos con la misma confianza y si seguimos así haremos una buena segunda vuelta", concluye.