Hernán Pérez comienza una nueva etapa como entrenador tras dirigir al primer equipo juvenil de División de Honor del Oviedo. La próxima temporada estará al frente del Langreo, en Tercera División.

En su presentación como entrenador azulgrana, que tuvo lugar ayer en Ganzábal, tuvo palabras para el club que acaba de dejar. El entrenador quiso dejar claro que lleva bien grabados en el corazón los colores azules: "Estaba en el club más grande del mundo, el club en el que me crié desde pequeño". Unos colores que asegura que llevará a gala siempre: "Voy a ser del Real Oviedo durante toda mi vida. Tengo 33 años y seguiré siendo siempre socio y también accionista", dijo.

El nuevo entrenador del Langreo, hermano del futbolista del Nápoles Michu, también exjugador del Oviedo, manifestó ayer a su vez que "a mi casa no se puede venir a hablar de oviedismo. Está el ejemplo de mi hermano, del que no me gusta hablar mucho porque somos dos personas distintas. Pero a mi casa, venir a hablar de oviedismo, es un poco duro. Estuve 14 años en el Oviedo como jugador, dos veces no se contó conmigo y me volvieron a repescar".

El nuevo entrenador del Langreo reconoce que no es fácil dejar un club por el que siente tanto apego: " Da pena dejar el Oviedo tras tanto tiempo allí", pero reconoce que ahora tiene un reto importante también: "La tristeza que supone una salida se compensa con la ilusión de esta llegada", añadió.

El joven entrenador apuntó el cambio de aires a la oferta del Langreo y a una desvinculación del Oviedo que dijo que fue "de mutuo acuerdo". "El Langreo tuvo interés en nosotros (Hernán irá acompañado de Clemente como segundo entrenador) y la salida del Oviedo fue de mutuo acuerdo, podríamos decir", añadió. Al conjunto azul ahora le tocar mover ficha para incorporar a entrenadores que cubran las bajas tanto de Iván Ania, que dejó el Oviedo B, y del propio Hernán, que dirigía al Oviedo juvenil de División de Honor. Las dos plazas más importantes, al margen del primer equipo, que hay en el club azul.