"Sentí los mismos nervios que siempre, no me acordaba de lo que era competir", aseguraba Michu después de sus primeros minutos como futbolista del Langreo. En la tarde de ayer se produjo el regreso de un futbolista que siempre ha mostrado su hambre de competición. "Después de tanto tiempo no me acordaba de lo que era jugar, tenía muchísimas ganas", admitía.

Su anterior encuentro, en un sintético de Suiza, cuando militaba en el Nápoles, se encontraba presente en su mente. "Aguanté 60 minutos, hasta que el tobillo dijo basta", pero el futbolista ovetense se mostraba convencido de sus objetivos y anunció sus futuras intenciones. "Dos operaciones después, aquí estoy, con la ilusión de volver a resurgir", admitió. El encuentro de ayer fue especial para el ovetense, y es que los nervios previos al partido eran equiparables "a otras ocasiones en las que jugué en Anfield y Old Trafford, la noche anterior me costó dormir, es imposible controlar esa emoción", comentó el jugador azulgrana.

El apoyo recibido por Michu durante todo este tiempo sin competir ha sido fundamental para el jugador. "No tengo palabras para agradecer cada muestra de cariño, eso es impagable", aseguró. Entre todas ellas destaca el apoyo de su familia, en particular "mi padre que va a todos lados" y su hermano, Hernán, quien también tiene el rol de entrenador. "Al salir el campo es el míster, el manda y da las órdenes", apuntó. Otro de los apoyos para Michu ha sido "el vestuario del Langreo, con quien llevo entrenando desde la pretemporada, son como una familia", destacó.

A fin de cuentas, para Michu, "todo se resume en ser feliz y yo lo soy con la decisión que he tomado, ya que el club y el ambiente es extraordinario, ya que todo esto es fútbol y da igual la categoría", apuntó el futbolista. Michu admitió que su paso por el partido "ha estado bien, vivo por y para competir y hoy (por ayer) que hemos ganado me siento feliz tras haber conseguido los tres puntos y ya tengo ganas de que llegue el domingo para jugar el próximo partido". Las molestias en el tobillo siguen presentes, pero Michu convive con ellas. "Siempre hay alguna pequeña molestia, pero llevo mucho tiempo con ellas", resumió.

Su hermano, y también entrenador, Hernán Pérez, destacó al término del choque que "era un día especial para todos" y admitió que "me preocupaba cómo pudiera afrontar todo el equipo un encuentro con tanta expectación, pero lo ha hecho bien y estoy orgulloso de ellos".

Respecto al partido de Michu, Hernán apuntó que "después de no jugar durante un año y medio, el simple hecho de verlo sobre el terreno de juego ya fue algo positivo". Además, el técnico del equipo azulgrana cree que Michu aportó "seguridad", además de que hace que "el resto de compañeros tengan un plus de competitividad sobre el campo".