El Marino entrenó ayer en el sintético de Balbín porque Miramar tenía mucha agua por las abundantes lluvias caídas durante los últimos días. La única ausencia fue César, que sufrió un esguince en el ligamento interno de la rodilla derecha hace tres semanas, en el partido contra el Astur, del que no acaba de mejorar. El joven centrocampista está cedido al Marino por el Oviedo y ayer realizó unas pruebas en el Tartiere para conocer el alcance de la lesión, pero aún tendrá que hacer una resonancia.

Boris entrenó ayer con normalidad y podría estar para jugar el domingo en el Vega de Anzo ante el Mosconia, pero el veterano central va a ir con cuidado para que no le vuelva a molestar la sobrecarga que sufrió hace dos semanas en el sóleo de la pierna izquierda y que le impidió jugar contra el TSK Roces y el Oviedo B. El equipo descansa hoy, pero Boris hará un trabajo específico para consolidar la recuperación y volverá a la lista si el sábado tiene buenas sensaciones.

La intención del cuerpo técnico es concluir mañana las sesiones de entrenamiento de la semana en Miramar, pero todo dependerá de la climatología y del estado del césped.