Manuel Montoto lleva cuatro temporadas ejerciendo como masajista del Lealtad de Villaviciosa, equipo que se encuentra inmerso en la lucha por eludir los puestos de descenso a Tercera.

- ¿Cuándo llegó al Lealtad?

-Llegué al club hace cuatro temporadas gracias a la confianza y oportunidad que me da Pedro, el presi, al cual estaré siempre agradecido. También influyó mucho la confianza del míster para que siguiese esta temporada.

- ¿Asiste a entrenamientos, partidos...?

-Sí, cuando me comprometo a algo me intento involucrar lo máximo.

- ¿Qué es lo que hace en el día a día con los jugadores?

-Mi labor consiste en realizar cualquier tipo de masaje que necesiten, ya sea a nivel muscular o de calentamiento.

- ¿Cuál es la práctica más habitual que emplea con los jugadores?

-Sobre todo después de los entrenos, masajes de descarga, y los días de partido hay algunos jugadores que les gusta algo de calentamiento en la musculatura.

- ¿Cómo es la comunicación con el cuerpo técnico para seguir los protocolos con los jugadores lesionados o que requieren tratamiento?

-Solemos hablar de todas las dolencias que hay, y después a nivel de clínica tenemos la suerte de confiar con la ayuda del fisioterapeuta ovetense Diego R. Granda, que nos facilita mucho las cosas en cuanto a diagnóstico, tratamiento y plazos. Yo intento complementar su labor con masajes.

- ¿Cómo está viviendo esta experiencia profesional?

-Con ganas y mucha ilusión. Siendo de aquí es un orgullo poder colaborar con el club.

- Recientemente abrió su propia sala en Villaviciosa, ¿compagina trabajos de sala con trabajo de campo?

-Sí, lo estoy compaginando. Intento poner mis citas en horarios que no coincidan con los entrenos, aunque a veces no es posible.

- ¿Confía en seguir trabajando con el Lealtad en Segunda B?

-Ojalá sea así. Este grupo por esfuerzo, trabajo y compromiso merece lograr la permanencia.