Madrid / Oviedo,

Agencias / L. G.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer que «la apuesta por la economía sostenible» y el desarrollo de las energías renovables justifica «en parte» la subida de las tarifas eléctricas, que consistirá en un incremento «un poco por debajo» del 2,7% a partir de enero. Sebastián transmitió de ese modo, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados, uno de los enunciados del modelo energético que defiende el Gobierno: aumentar la participación de las energías verdes -sobre todo la eólica- en la dieta española, aunque sean ahora más caras y eleven el recibo de la luz.

La diputada del PP Eva Durán preguntó ayer al Ministro si la subida de la tarifa eléctrica «forma parte de la economía sostenible», añadiendo además, basándose en informaciones periodísticas, que la luz subirá el 7% a partir de enero. El ministro Sebastián replicó: «Forma parte de la economía sostenible la liberalización del mercado de la electricidad al introducir competencia para que no haya beneficios extraordinarios en las compañías y forma parte de la economía sostenible evitar el déficit tarifario, esa hipoteca invisible que ustedes crearon». Y añadió: «También forma parte de nuestra apuesta por la economía sostenible nuestra apuesta por las energías renovables, que son más caras hoy, y eso justifica en parte la subida de la tarifa, pero que sin duda son una apuesta de sostenibilidad para el futuro».

Como en ocasiones precedentes antes de la actualización de los precios de la luz, el ministro alegó que hay 21 países de la UE con la electricidad más cara que España y que el de Zapatero ha sido «el primer Gobierno de Europa que ha establecido un bono social para proteger a los parados y a las familias sin recursos de cualquier subida de la luz hasta 2012».

Sebastián adelantó en los pasillos del Congreso que el recibo eléctrico subirá por debajo del 2,7%, tras los resultados de la subasta en la que se basa parcialmente el cálculo de la tarifa. La actual tarifa de último recurso (TUR), a la que están acogidos más de 20 millones de hogares, se forma mediante la suma de dos componentes:

l Las tarifas de acceso. Recogen, entre otros, los costes de transportar y distribuir la electricidad, así como los incentivos a ciertas tecnologías (eólica, solar, cogeneración, uso de carbón nacional...). El Gobierno ha propuesto que a partir de enero las tarifas de acceso suban de media el 14% para los clientes de baja tensión.

l El coste de la energía. El Gobierno hace una estimación del coste previsto de la electricidad basada en unas subastas en las que participan los productores y los comercializadores de la tarifa de último recurso (Endesa, Iberdrola, Gas Natural-Fenosa, E.On-Viesgo y HC Energía). El resultado de estas subastas indica que los costes de la electricidad bajarán en relación a julio de 2009, la última vez que se actualizaron las tarifas. Es así gracias al comportamiento contenido de los precios de los combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón importado) y a la caída de la demanda.

El resultado final será, según ha adelantado Sebastián, que la rebaja en los costes de la electricidad compensará una parte relevante de la subida de los peajes de acceso. El Ministro sostiene que, tras esas cuentas, el incremento medio para los hogares estará algo por debajo del 2,7% (en torno a 1,7 euros al mes para un consumidor tipo). En todo caso se da una situación singular: la luz vuelve a subir para los españoles a pesar de que, al hilo de la crisis, la cotización del kilovatio en los mercados mayoristas -allí donde los generadores venden su producción a los distribuidores o comercializadores- ha caído de manera sustancial. Ha llegado a hacerlo en algunos momentos hasta un 30%.

¿Por qué sube el recibo si la electricidad cuesta menos en esos mercados? Del precio final de la luz para el consumidor sale dinero para pagar, entre otras, varias facturas muy relacionadas con la política energética del país. Algunas son las que se explican a continuación.

l La «prima renovable». Con el objetivo de reducir la dependencia energética del exterior y de cumplir los compromisos que fija la UE en materia medioambiental, España incentiva el uso de las energías renovables (parques eólicos y huertos solar, principalmente) con un suplemento por megavatio producido. El coste para 2010 de esas primas superará los 5.600 millones.

l El carbón nacional. Las térmicas de carbón recibirán un nuevo incentivo por usar el mineral nacional, incluido el producido en las minas asturianas, con el objetivo de mantener la actividad del sector. Esta factura ascenderá en 2010 a unos 1.500 millones, según cálculos de la Comisión Nacional de Energía.

l El déficit tarifario. De los consumidores sale también la financiación de los desfases entre el precio de luz y el coste real de la electricidad acumulados desde el año 2000 y que suponen una deuda pendiente con las eléctricas que llegó a superar los 14.000 millones. Ese lastre, que comenzó con el PP en el Gobierno, se agravó desde 2005 con las subidas del petróleo.