Bruselas, Agencias

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, propuso ayer que los bancos que no cumplan con los requisitos de capital y necesiten pedir ayuda, estatal o europea, no paguen dividendos ni «bonos». Esta medida forma parte de lo que denominó la «hoja de ruta» para restaurar la confianza en la eurozona. Durão Barroso también defendió que el fondo de rescate se use sólo como último recurso para recapitalizar a los bancos, adhiriéndose así a la propuesta de Alemania. También pidió adelantar un año, a mediados de 2012, la activación del mecanismo de rescate permanente.

Las bolsas europeas recibieron estas propuestas con alzas, que en el caso del Ibex le permitió recuperar los 9.000 puntos al subir un 2,05%. Milán, recuperó un 2,93%; Fráncfort, el 2,21%; París, el 2,42%, y Londres, el 0,85%. El índice Euro Stoxx 50, se elevó un 2,43%.

La patronal de la banca alemana y la británica, sin embargo, rechazaron las propuestas alegando que la crisis es de deuda soberana. Los bancos germanos indicaron: «La prohibición de reparto de dividendos podría tener efectos contraproducentes, porque dificulta adicionalmente la posibilidad de lograr capital en el mercado»

La Autoridad Bancaria Europea prepara un nuevo de test de estrés a la banca en el que exigiría entre un 7% y un 9% de capital básico, frente al 5% que había que cumplir en las anteriores pruebas de esfuerzo. Este requisito supondría que la mayoría de la banca del continente no superaría el examen, teniendo en cuenta la elevada exposición que muchos bancos, sobre todo franceses y alemanes, tienen a la deuda griega. En España, el organismo supervisor exige a las entidades financiera que a final de año tengan un capital básico del 10%.

Barroso indicó que la recapitalización de la banca europea se deberá basar en la revisión de las necesidades de capital fijadas por los supervisores. Así, primero hay que identificar los bancos de alcance sistémico, ya que los nuevos requisitos sólo se exigirían para las grandes entidades financieras cuya quiebra podría poner en peligro el sistema, para luego evaluar la exposición a la deuda soberana y ampliar el porcentaje de capital.

El refuerzo de capital debe iniciarse recurriendo al mercado. En segunda instancia, cada país deberá recapitalizar a sus entidades. Y por último, y sólo como «último recurso», se podría solicitar ayuda al fondo de rescate europeo, dotado con 440.000 millones de euros.

Barroso respalda así la estrategia patrocinada por la canciller alemana, Angela Merkel, que había defendido que el fondo de rescate se utilizara para recapitalizar bancos sólo en aquellos países sin recursos suficientes para dar ayudas nacionales a su banca. En contraste, Francia había planteado usar el mecanismo europeo para inyectar fondos a sus bancos, los más expuestos a la deuda griega.

En su discurso ante el Pleno de la Eurocámara, Durão Barroso advirtió, como ya habían hecho la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, de que «la amenaza de la crisis sistémica se está desencadenando ahora» y reclamó una «solución global» y «urgente» en la cumbre de líderes europeos que se celebrará el 23 de octubre. Por eso, «los bancos que no tengan el capital exigido deberán presentar planes para lograrlo lo antes posible. Hasta que lo hagan, se les deberá prohibir el pago de dividendos y bonos».