Oviedo, Lucía MURIAS

Cuenta atrás para la subida del IVA, que llegará el próximo sábado, día 1 de septiembre, para muchos productos y servicios. Incluidos los funerarios. La reforma fiscal decidida por el Gobierno de Mariano Rajoy, siguiendo instrucciones de Bruselas, conlleva que el tipo impositivo para el citado sector pasará del tipo reducido del 8% al nuevo general del 21%. Morirse va a costar de más, de promedio, unos 390 euros. Esto es, a razón de 12.000 fallecimientos al año, los que se producen como media en Asturias, Hacienda ingresará casi 4,7 millones más.

Las empresas están de uñas por ese incremento fiscal. El secretario de la Asociación de Empresarios de Pompas Fúnebres de Asturias y gerente de Funeraria Santa Teresa, Jorge Feito, opina que «los servicios básicos -ataúd, carroza y documentación- tendrían que mantenerse en el tipo reducido porque todo el mundo va a pasar por ello». Lo que podrían entender los empresarios que se gravara con el 21%, añade Feito, serían «los artículos de lujo dentro del servicio funerario».

«Estamos hablando de 390 euros más», calcula el directivo. Esta es la cantidad en que se incrementará el precio final de un servicio funerario de aproximadamente 3.000 euros una vez que entre en vigor la medida aprobada por el Ejecutivo y se aplique el 21% del IVA. Y añade Jorge Feito: «Lo que no se debería hacer es equiparar el impuesto que se aplica sobre un servicio necesario, como son las funerarias, a otro accesorio, como puede ser acudir al cine o a un espectáculo».

Ignacio Cuervo, de la firma Funerarias Gerardo, afirma por su parte: «Morirse no es un lujo». «En un momento en el que se encarece todo, la gente prescinde de cosas un poco más superfluas», como los gastos en flores o en esquelas. El responsable de la Funeraria Meana, Pablo Meana, abunda en la misma opinión: «Fallecer es un acto normal en la vida, todos nacemos y morimos, no es un lujo», dice. Su empresa, asegura, está entre las que han tomado la decisión de recortar sus márgenes comerciales para paliar el parte la subida de los precios. «Nos ponemos en el lado del consumidor y de las familias, hay que intentar amortiguar la subida del IVA dentro de lo posible».

«Las funerarias somos como un banco», dice Jorge Feito para explicar que las empresas se encargan de abonar todo por anticipado -las flores, esquelas en prensa, ataúd?- y después la familia les paga la cantidad correspondiente. El incremento de 13 puntos de IVA en este sector «es un sinsentido», insiste el secretario de la patronal. «Cuando haya que aplicar la subida, si fallece alguien que no tiene nada, a quien le repercutimos la factura es a los servicios sociales del ayuntamiento, con lo cual será la Administración quien en esos casos asuma la subida en el precio». Para concluir añade: «En realidad, todos somos trabajadores de Hacienda, tenemos que recaudar para ellos».