Oviedo, Lucía MURIAS

Ha llegado el día temido por comerciantes y consumidores. Hoy se comenzará a aplicar la subida del IVA aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy y que supondrá un gasto de 600 euros más al año para cada familia asturiana. El Ejecutivo tomó esta decisión con el fin de conseguir lo acordado con Bruselas y recaudar 2.300 millones en 2012, 10.134 en 2013 y 9.670 millones en 2014. Para ello, el tipo general pasa del 18 al 21% y el reducido del 8 al 10%, mientras que el superreducido se mantiene en el 4%. Además, algunos productos y servicios experimentan una mayor subida cambiando de grupo impositivo.

El aumento del IVA supondrá que cada hogar asturiano se vea obligado a gastar entre 550 y 600 euros de media más al año, según un estudio que divulgó ayer la Unión de Comerciantes de Asturias (UCE). La agrupación considera «muy negativo, contraproducentes e injusto» el incremento del impuesto, y critica que «el impacto de esta medida se cebe, especialmente, en las familias más vulnerables porque su esfuerzo económico será mucho mayor». Además vaticina un efecto negativo en el consumo y en la evolución de la economía.

Uno de los sitios donde no se va a notar el incremento es en la cesta de la compra más básica (pan, leche, huevos, harina, frutas y hortalizas), que se mantendrá al 4%. El resto de productos alimenticios sufrirán un alza en el precio de dos puntos, del 8 al 10%. Ante esto, algunas grandes cadenas de supermercados aseguran que no van a repercutir el IVA a sus clientes, como es el caso de El Árbol: «En septiembre no vamos a subir los precios de los productos, además vamos a seguir siendo fieles a nuestra filosofía con ofertas y promociones que permitan a nuestros clientes ahorrar cada día», afirman fuentes de la compañía.

Álvaro García, director financiero de la empresa Masymas asegura que en sus establecimientos «habrá algunos productos que no podamos asumir el IVA, pero sí en la gran mayoría, ya que la competencia es lo que está haciendo y estas son las reglas del mercado».

Un portavoz de los supermercados asturianos Alimerka declara que su práctica «ha sido siempre y es minimizar la repercusión en sus clientes de cualquier incremento en el precio, tenga éste el origen que tenga y sea de la naturaleza que sea».

El transporte de viajeros, agua, restaurantes, bares y hostelería, gafas y lentillas, reparación de vivienda también pasan a gravar a partir de hoy el 10%, experimentando una subida de dos puntos. Dentro del nuevo tipo general (21%) se encuentran productos como alcohol, tabaco, electricidad, teléfono, ropa, calzado, coches, motos, cosméticos, discos (CD, DVD)... Los combustibles también se encuentran dentro de este tipo general.

La UCE aseguró que las llamadas facturas de tracto sucesivo (agua, luz, gas, televisión, telefonía o acceso a internet) se cobrarán aplicando el nuevo IVA si la obligación de pago se genera con posterioridad al 31 de agosto, «aunque los consumos se hayan realizado durante el mes o meses anteriores». Algunas facturas con consumos de agosto o julio, pero que se deben de pagar en septiembre ya han llegado con el nuevo IVA.

Los productos que más afectados se van a ver por el nuevo tipo impositivo son los que cambian de grupo. El material escolar (no se incluyen los libros de texto, los de caligrafía y de vacaciones, los blocs de dibujo, los mapas y los álbumes) experimentará una fuerte subida de diecisiete puntos, pasará del grupo superreducido (4%) al general (21%).

Otros estaban en el tramo del IVA reducido y ahora aterrizan en del tipo general, entre estos se encuentra los cines y teatros, discotecas y espectáculos, servicios veterinarios y funerarios, peluquerías, gimnasios, flores y productos de limpieza e higiene personal.

La Confederación de Consumidores y Usuarios considera que la subida del IVA «paralizará el consumo» y da una serie de consejos a los ciudadanos: comparar los precios de los productos de los distintos establecimientos, la utilización del transporte público para reducir el gasto en combustible o que comprueben si en agosto la factura de la luz tuvo una lectura estimada y asegurar que la estimación se acerca al consumo real del contador. En caso de que ésta sea más baja, los consumidores deben avisar a la compañía para que rectifiquen la factura.