Oviedo, Marián MARTÍNEZ

El metal asturiano fía la recuperación de la actividad a los proyectos internacionales. Los empresarios aseguran que se están cumpliendo las peores previsiones para el final del año y que la primer mitad de 2013 será también «muy difícil». El sector acumulaba, hasta septiembre, una caída de la actividad del 14%. A una gran desaceleración de la demanda y la escasa contratación se han sumado una preocupante disminución de la oferta, un incremento de los impagos y mayores dificultades de financiación bancaria.

Las empresas asturianas del metal acumulaban el pasado mes de septiembre -los últimos datos disponibles- un año y medio de caída de la actividad productiva. En el tercer trimestre de este ejercicio, según los cálculos preliminares que maneja Femetal, patronal del sector, el descenso durante los tres meses de verano rondó el 7%.

Las dificultades que los empresarios del metal empezaron a denunciar hace meses, se han agravado a medida que ha avanzado el ejercicio.

El desplome de la demanda interna ha provocado la paralización casi total de proyectos de ámbito nacional, con la consiguiente caída de pedidos. Además la crisis que atraviesan distintos países de la Unión Europea también está repercutiendo en la ejecución de proyectos internacionales, que si bien no se paralizan sí que están sufriendo retrasos importantes.

La financiación bancaria no acaba de fluir y sigue asfixiando la posibilidad de que algunas empresas muy competitivas no puedan abordar determinados proyectos internacionales.

A esto se suma la factura eléctrica, que está disparando los costes de las empresas y que se ha convertido en un lastre que resta competitividad frente a los competidores de otros países de la Unión Europea.

Por si todo lo anterior fuera poco, el recrudecimiento de la crisis está provocando un incremento de los impagos, que aún complica más la situación de las empresas.

Sólo aquellas compañías que están bien implantadas en el mercado internacional están consiguiendo carga de trabajo. De ahí que sea en por esta vía donde los empresarios del metal ven salida, ya que en el mercado nacional no se prevé mejoría a medio plazo.

Esta mejoría iría ligada, según las fuentes consultadas, a un incremento de la carga de actividad de grandes compañías como Arcelor-Mittal, la construcción naval y otras asturianas como TSK, Daniel Alonso, Imasa y la recuperación del sector automovilístico cuando los grandes fabricantes empiecen a fabricar en España los nuevos modelos que han anunciado, y que se espera que tengan su repercusión en las compañías de componentes asentadas en la región.