Madrid, Efe

La crisis económica y social que sufre España ha tenido fiel reflejo en el incremento de las protestas ciudadanas en las calles: sólo en los diez primeros meses del año pasado se produjeron 36.232 manifestaciones en España, prácticamente el doble que en todo 2011, cuando se contabilizaron 18.422, de las que fueron 335 en Asturias, casi tantas como días del año. Son datos recopilados por las delegaciones del Gobierno a instancias del diputado de la Izquierda Plural Ricardo Sixto y que apuntan a un incremento sostenido de la conflictividad en los últimos ocho años.

Si en 2004 se registraron 10.568 manifestaciones o concentraciones según las estadísticas del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en 2008 se contabilizaron ya 16.118, y en 2010, casi 20.000.

En 2011, año del surgimiento del movimiento 15-M y de los «indignados», hubo, sin embargo, un ligero descenso de este fenómeno, que se ha disparado exponencialmente el año pasado, hasta cerca de 40.000 movilizaciones.

Ya en su toma de posesión en los últimos días de 2011, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, reconoció que se avecinaban «tiempos recios» que iban a requerir «mano derecha y mano izquierda» para preservar la «paz social».

A falta de los datos del País Vasco, cuyas competencias están transferidas, un porcentaje significativo de las 36.232 protestas registradas desde el 1 de enero al 26 de octubre de 2011 no fueron comunicadas a la correspondiente Delegación del Gobierno. Sin embargo, muy pocas concentraciones o marchas fueron prohibidas en ese período.

Andalucía fue la comunidad que más movilizaciones concentró (se contabilizaron en los diez primeros meses del año 7.141 manifestaciones y concentraciones), seguida de Castilla y León, con 4.435, y la Comunidad Valenciana, con 3.147.