El vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, se alineó ayer con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y defendió que en España se rebajen los salarios un 10% para reducir el paro. Es más, advirtió a la patronal y los sindicatos que si rechazan esta posibilidad «cargarían sobre sus hombros con una enorme responsabilidad nacional por los costes sociales y humanos».

La propuesta de la CE llega el mismo día en que el BBVA presentó su informe sobre la economía española, de la que asegura que ya apuntará un débil crecimiento en el tercer trimestre de este ejercicio (+0,1%), que es previsible que se mantenga en los próximos trimestres. Esta mejoría, sin embargo, no permitirá que 2013 se cierre en positivo, aunque sí confirmará que será en este año cuando la economía nacional toque fondo para iniciar una recuperación, que en 2014 puede ser del 0,9%.

Olli Rehn asegura en un artículo que ha publicado en su blog que pese a que los últimos datos sobre desempleo permiten ser «cautelosamente positivos», España debe seguir reformando y mejorando el funcionamiento de su mercado laboral.

El vicepresidente de la CE titula su artículo «¿Pueda lograr España lo que hicieron Irlanda y Letonia?», y considera que España podría seguir el ejemplo de esos dos países hacia la recuperación económica.

Añade Rehn que, a cambio de la reducción salarial del 10%, los empresarios deberían comprometerse a «significativos» aumentos de la contratación, mientras que el Gobierno contribuiría a esta dinámica permitiendo una reducción de las contribuciones a la Seguridad Social de alrededor de un 1,7%, según la idea del FMI. Rehn considera que esa «devaluación interna» permitiría reducir el paro y tener una inflación baja, que tiraría del consumo.

Por su parte, el servicio de estudios del BBVA, segunda entidad financiera del país, prevé que España acabe el año con una caída del 1,4%, una décima menos de lo previsto por el Gobierno de Mariano Rajoy. Pero añade que «tras prácticamente cinco años de crisis la economía española está tocando fondo en 2013, dando paso en 2014 a la recuperación sostenida de la actividad». Con lo que el año próximo la economía crecerá el 0,9% (cuatro décimas más de las proyecciones del Ejecutivo) porque el entorno internacional también presenta una mejoría que beneficiará a las exportaciones, a la vez que se relajará el impacto de los ajustes fiscales y empezarán a dar resultados las reformas que se están implantando.

Según el estudio, «se observa un menor deterioro de la demanda interna, que junto con el sustento de las exportaciones, han llevado a un práctico estancamiento del PIB en el segundo trimestre del ejercicio), con una caída del 0,1%.

Pero «la tendencia de mejora en los indicadores de actividad parece estar consolidándose», añade el informe. Y explica que «la devaluación interna, la diversificación de destinos, el crecimiento de la economía mundial y los factores de competitividad no ligados a precios, permitirán que las exportaciones continúen aumentando» y tirando de la inversión y el empleo.