El Principado decidió ayer romper con Coca-Cola. El Gobierno asturiano anunció que va a rechazar el patrocinio que la multinacional mantenía para los eventos deportivos en Asturias hasta que la empresa rectifique su decisión de cerrar la embotelladora de Colloto. La decisión supone renunciar a unos ingresos de 18.000 euros, los que de forma anual el Principado venía ingresando por el patrocinio de la Gala del Deporte (3.000 euros), que se iba a celebrar la próxima semana, y de los Juegos Deportivos en los que participan los centros educativos de la región (15.000 euros). Este anuncio se producía unas horas después de que el consejero de Economía, Graciano Torre, cargara contra la multinacional y le pidiera que reflexione y cambie su actitud para buscar una alternativa a la clausura de la planta sierense. "Si la negociación no llega a buen término, que la marca sufra lo que tenga que sufrir, que ya está bien", sentenció.

El director general de Deportes, José Ramón Tuero, reconocía que la renuncia a estos ingresos "es un contratiempo importante en una coyuntura de crisis en la que hay poco dinero para el deporte, pero por encima de eso está hacer un gesto y dar una muestra de apoyo y solidaridad con los trabajadores". El Principado ya está trabajando para buscar nuevas fuentes de ingresos para estos eventos.

Las medidas de ajuste laboral planteadas por Coca-Cola Iberian Partners, que ha puesto sobre la mesa un expediente de regulación de empleo que afectaría a 1.190 trabajadores en todas sus plantas españolas y el cierre de cuatro centros productivos (Colloto, Fuenlabrada, Alicante y Palma de Mallorca), no ha sentado nada bien al Ejecutivo regional. Graciano Torre verbalizó su enfado señalando que creía que "si esto no se soluciona de una manera satisfactoria, la empresa habrá cometido un gran error porque la marca va a sufrir, y creo que debe sufrir, y los ciudadanos entenderán a quién tienen que comprar y a quién no en función de los comportamientos que cada cual tenga".

También argumentó para justificar su enfado que la empresa ha caído durante esta negociación con los sindicatos en alguna contradicción. "El cierre de la planta de Colloto tiene muy poco sentido y ni siquiera se ajusta al argumento de la necesidad de especialización, puesto que las instalaciones asturianas están especializadas precisamente en un tipo de producto que se distribuye para toda España", destacó, para añadir a continuación que el "único objetivo de la empresa es ganar más dinero". Tampoco le convence al Consejero la oferta de traslados propuesta por la empresa. "Es poco tentadora", aseguró.

En una línea muy similar se expresó el senador de IU, Jesús Iglesias, que aseguró que "la reacción social está preocupando a Coca-Cola, a la multinacional, porque se está deteriorando su imagen".

Pero no todo fueron palos a la multinacional. El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, Jaime Malet, defendió al embotellador y criticó que "se ha señalado con el dedo" a la empresa y se ha efectuado una utilización política y sindical. "Si hubiera sido un empresa menos grande, todo hubiera pasado", dijo.