Washington / Viena

El ministro español de Fomento, José Blanco, reconoció ayer que va a ser «inevitable la utilización de escáneres en los aeropuertos» para garantizar la seguridad de los pasajeros frente a la amenaza terrorista, siempre que se respeten los límites de su intimidad y las imágenes se destruyan inmediatamente.

Blanco se reunió en Washington con el secretario de Transportes de EE UU, Ray LaHood, para discutir sobre la segunda fase de negociación del tratado «cielos abiertos» con la Unión Europea y con las secretaria de Seguridad, Janet Napolitano con quien trató de la seguridad en los aeropuertos.

El titular de Fomento señaló que tras el fallido atentado del nigeriano de Al Qaeda que volaba a Detroit en un avión procedente de Amsterdam se han detectado fallos en los sistemas de seguridad y tanto la UE como EE UU se han comprometido mejorar estos dispositivos para dar una respuesta más eficaz a la «amenaza global».

«Hemos repasado elementos que pueden contribuir a reforzar la seguridad en los aeropuertos y uno de ellos son las nuevas tecnologías», dijo Blanco, quien hizo referencia a los instrumentos que detectan metales, explosivos y los escáneres, cuyo uso fue rechazado por el Parlamento europeo en el 2008. Reconoció que «hay un debate muy importante entre el derecho a la intimidad de la gente y la garantía de seguridad», pero consideró que el actual sistema de cacheo también invade la intimidad de los pasajeros.

Blanco no aclaró cuál será la posición de España, pero dio una pista muy clara al decir que «va a ser inevitable la utilización de escáneres en los aeropuertos» siempre con las medidas de protección a la intimidad suficientes, como la destrucción automática de las imágenes. El Ministro abogó por una normativa europea porque si no «la eficacia se ve mermada».

Horas más tarde el presidente Zapatero matizó en Viena que no adoptará ninguna decisión «unilateral» para implantar los escáneres corporales en los aeropuertos hasta que haya una «posición común» en Europa. El jefe del Gobierno quiere que las nuevas medidas se adopten «en común» porque España «debe dar ejemplo» porque en este semestre estará al frente de la presidencia de la Unión.

Añadió que todavía hay que evaluar si los escáneres corporales cuentan con «garantías suficientes de eficacia». El Presidente señaló que algunos países europeos ya han marcado «una tendencia», por lo que se ha abierto un período de reflexión y debate, pero insistió en que la decisión está sujeta a un proceso de evaluación abierto.

Zapatero opinó que una posición común en el seno de la UE «facilitará las cosas tanto a los gobiernos nacionales como a los ciudadanos europeos». «Si se contempla la medida, hay que tener previamente todas las garantías», concluyó.

El futuro comisario de Transportes, el estonio Siim Kallas, dejó claro que quiere que la UE fije las reglas comunes y criticó que algunos estados miembros -entre ellos Reino Unido, Países Bajos, Italia y Francia- hayan decidido ya recurrir a estos instrumentos sin esperar a que haya una normativa comunitaria.