Un grupo de unas 40 personas ha recibido este miércoles al grito de "asesinos" y "sinvergüenzas" a los asistentes a la cena que el PP de Madrid organiza por Navidad este año en Arganda del Rey, entre los que se encuentran el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Comunidad, Ignacio González.

El grupo, ubicado en la acera de enfrente al polideportivo donde se va a desarrollar la velada, ha portado distintas pancartas con consignas como 'Sanidad pública cien por cien' o 'Contra los recortes' mientras que cada vez que se bajaba algún asistente de un coche oficial gritaban 'chorizos' o 'delincuentes'.

Así ha pasado a la llegada de González, o del propio consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty. Ambos han recibido insultos como "cabrones". "Los ricos de fiesta y los pobres se suicidan" o "A la guillotina" han sido otras de las frases que se han podido escuchar por parte de los manifestantes.

Durante su discurso, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha lanzado hoy un mensaje de esperanza en el proyecto reformista que están llevando a cabo los gobiernos del PP, cuyas iniciativas "valientes", pero "necesarias", marcan ya, en su opinión, "un punto de inflexión en el rumbo de economía española".

Durante la cena navideña del PP madrileño, Rajoy ha hecho balance de un año durante el que España ha transitado un "camino de esfuerzos" pero también de "grandes reformas", y aunque ha augurado que 2013 va a ser "muy difícil", ha dicho que "ya hay indicadores" que apuntan a un "horizonte de recuperación".

A este respecto, ha reconocido que ni la balanza comercial, ni el aumento de las exportaciones, ni el aumento de los ingresos por el turismo tienen a día de hoy incidencia "en cada hogar", pero ha opinado que hay "síntomas de que avanzamos en buena dirección".

Tanto en Madrid como en el resto de España, ha proseguido, el PP es la fuerza política que ha estado "a la altura de las circunstancias" y con un discurso "de alcance para todos los españoles e igual en toda España".

El presidente del PP ha defendido que el año 2013 se abrirá "con los deberes hechos" y ante "dificultades inmensas", pero también con la "confianza en nuestras propias fuerzas, energías y nuestro talento".

También ha subrayado que a la hora de hacer balance es necesario "poner las cosas en perspectiva" y no "quedarse en la foto fija de un instante".

En este sentido, ha señalado que para analizar su primer año de gobierno hay que saber cuál era el punto de partida, que ha definido como una situación "desoladora" en cuanto al déficit o el desempleo.

Así, ha reconocido que algunas medidas que ha tomado el Gobierno "no son del agrado de casi nadie" y otras muchas "ni siquiera de nosotros mismos", pero ha considerado que estas "cobran sentido" si se tiene la "mirada larga".