El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Francisco Pérez de los Cobos, advirtió ayer que no es competencia de los magistrados de este órgano judicial "identificar la solución política más conveniente", sino "delimitar el espacio constitucionalmente más legítimo".

Pérez de los Cobos dictó una conferencia en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid sobre la interpretación de la Constitución, sin hacer declaraciones sobre la decisión, adoptada el miércoles por el tribunal que preside, de suspender la proclama independentista del Parlamento de Cataluña, tras haber admitido a trámite el recurso del Gobierno.

En su intervención, se refirió a los principios en los que se basa el Constitucional a la hora de adoptar decisiones, entre ellos el de corrección funcional para "no desvirtuar la distribución de funciones y el equilibrio entre los poderes del estado diseñados por la Constitución".

Pérez de los Cobos defendió que "en el desarrollo de su irrenunciable tarea de control, tanto del legislador como de la jurisdicción ordinaria, el TC siempre tiene presente la función encargada a cada poder."

"Al TC -explicó- no le corresponde ni identificar la solución política más conveniente o más constitucional, ni, en otros ámbitos, la solución correcta para el caso concreto", sino sólo "delimitar el espacio constitucionalmente legítimo en el que intervengan otros operadores", como administraciones, legisladores u órganos judiciales.

Pérez de los Cobos subrayó que "la misión de la justicia constitucional no es la de precisar la mejor o única respuesta posible, sino la de indicar qué interpretaciones de la constitución resultan intolerables, para delimitar un campo de licitud dentro del cual otros operadores adoptarán la solución con arreglo a criterios políticos o jurídicos".

En un repaso a los distintos criterios usados por el TC, se detuvo en el llamado teleológico, que hace una interpretación de la Constitución de acuerdo a su espíritu y finalidad, y que se usa en "asuntos extraordinarios", cuando se ve comprometido "el telos mismo", es decir, la finalidad, "de la Constitución".