El puente marítimo más largo del mundo, de 36 kilómetros y que une las orillas norte y sur de la bahía de Hangzhou, en el este de China, fue inaugurado ayer con una ceremonia en el centro de esta estructura.

Esta obra de ingeniería, que dará servicio a más de 40.000 vehículos diarios, parte de la localidad de Jiaxing (norte), para terminar en la de Ningbó, en el extremo sur. El gigantesco puente impulsará más aún el dinámico desarrollo económico de la provincia de Zhejiang, donde se encuentra, y del delta del río Yangtsé, al acercar por carretera los enclaves comerciales de Shanghai y Ningbó, informa «Efe».

La distancia por carretera entre Shanghai, primer puerto mundial de carga, y Ningbó, que ya es el segundo puerto chino y el cuarto global por flujo de mercancías, se verá reducida desde los cerca de 400 kilómetros actuales a sólo 120 kilómetros.

El puente, que aunque será de peaje probablemente se convierta en una atracción turística por sí mismo, tiene seis carriles, tres en cada sentido, y requirió una inversión superior a los 1.067 millones de euros, un 30% de la cual fue sufragada con capital privado.

Uno de los puntos más espectaculares de su trazado es la «isleta de servicios», apoyada sobre un malecón concebido para no interrumpir el curso de las mareas, que se aún se está terminando de construir hacia la mitad del puente, como un área de servicios.