El Rey Juan Carlos ha sido el indudable protagonista de la semana. El pasado sábado era sometido a una operación en la que se le extirpó un nódulo de carácter benigno en el pulmón derecho. Apenas setenta y dos horas después, el Rey recibía el alta y abandonó el Hospital Clinic de Barcelona por su propio pie y dando las gracias a todo el equipo médico.

La portada de la revista «¡Hola!» destaca en su portada al Monarca, quien, poco después de su salida del hospital, quiso agradecer a todo el equipo médico sus «cuidados» y añadió su intención de incorporarse al trabajo lo antes posible «porque... es lo que toca».

Por otro lado, «Lecturas» ofrece una imagen de los Príncipes de Asturias a su llegada al hospital, donde el Príncipe declaró que «el Rey está entero y en forma». Otra persona que también quiso apoyar al Rey durante su operación y posterior recuperación fue la Reina. En la portada de «Semana», la Reina Sofía se muestra feliz tras las buenas noticias, aunque añade que estaba «muy preocupada». Tampoco quisieron faltar la Infanta Cristina e Iñaki de Urdangarín.

Tras el escándalo de «Los Miami» y sus supuestas amenazas contra el presentador Jaime Cantizano, ahora es Ana Obregón quien está pasando un mal momento por una carta anónima que la chantajea y en la que se le pide dinero amenazando con hacerle daño a su hijo Alex, de 17 años. La presentadora acudía la pasada semana a la Comisaría con el padre de Alex, Alessandro Lecquio, para interponer una denuncia por esta misiva y aseguró sentir miedo por la integridad de su hijo.

En el escrito presentado por Ana Obregón, al que tuvo acceso «Diez Minutos», ésta ha presentado todos los documentos correspondientes que prueban las amenazas. Al parecer, el pasado 22 de abril, la actriz se encontró en su buzón un sobre a su nombre en el que había un folio manuscrito en gallego junto a varias servilletas de papel también escritas. Dos de ellas estaban también en gallego, mientras que la tercera lo estaba en castellano. En el folio constaban una serie de datos sobre su trayectoria profesional y varias reivindicaciones económicas.

Para el ingreso de la cantidad de 25.000 euros el anónimo le facilitaba una cuenta de Caixa Galicia y la amenazaba asegurando que si no recibía el dinero en cinco días «su hijo no viviría para contarlo porque su muerte está planeada, dirigida y a punto de ser concluida». «Vigila las espaldas y cumple. El mundo es un pañuelo y nos vamos a ver, así que piensa en tu familia y en tu gente», se añade en una de las servilletas.