R. VALLE

Una esquina convertida en urinario público, un rincón de un parque que gustan de frecuentar las gaviotas, una plaza escalonada que a la salida del primer rayo de sol se transforma en ocasional terraza hostelera para compartir una sidra con los amigos, una acera que ha dado el salto a lienzo para grafiteros... Y así hasta trescientos rincones de toda la ciudad que han pasado a tener la consideración de puntos de uso ciudadano intensivo (UCI) por parte de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano (Emulsa) que les dará un tratamiento especial en materia de limpieza.

Este nuevo sistema de actuación, que sustituye a las anteriores campañas de limpieza donde se concentraba cada quincena el trabajo de Emulsa en un barrio concreto, comenzó ayer por la mañana en pleno corazón de Cimavilla. Un equipo de Emulsa se dedicó a eliminar pintadas y sacar brillo al suelo y las escaleras de la plaza del Periodista Arturo Arias (popularmente conocida como plaza del Lavaderu o de Tabacalera), que es uno de los ejes centrales de la vida social y hostelera del barrio alto, sobre todo los fines de semana y tanto de día como de noche. El trabajo fue seguido en sus primeros minutos por la presidenta y la gerente de la empresa, Dulce Gallego y Pilar Vázquez, respectivamente. A su lado estaba Paulino García en representación de la asociación vecinal «Gigia» de Cimavilla.

La elección de estos 300 puntos especiales se ha realizado siguiendo las peticiones de las asociaciones vecinales de cada barrio y la experiencia técnica consolidada en Emulsa después de más de 150 limpiezas especiales realizadas en los últimos seis años por los operarios de la empresa dentro de su campaña «Gijón más guapo, barrio a barrio». Pero 300 no es una cifra cerrada. Ni mucho menos. Gallego adelantaba ayer el interés de Emulsa por incorporar a este plan todas las sugerencias vecinales que les puedan llegar a través de la página web de la entidad.

«Estamos buscando esos rincones de la ciudad donde los gijoneses nos encontramos y disfrutamos. Son parques, plazas o calles de un uso ciudadano intensivo y que necesitan de un tratamiento especial», explicaba ayer Dulce Gallego, concejala de Medio Ambiente y presidenta del consejo de administración de Emulsa. Gallego reivindicó el «cambio significativo» que supone pasar de hacer limpiezas especiales por barrio a hacerlas por puntos críticos.

Alrededor de una veintena de operarios de Emulsa, entre trabajadores del área de Limpieza y del área de Parques y Jardines, se centrará en la atención a estos puntos UCI que también se verán beneficiados de las últimas adquisiciones de Emulsa en material y vehículos de limpieza. A los equipos mecanizados de baldeo y barrido, a los cuatro equipos grandes de limpieza a presión y a los diez vehículos eléctricos que ya trabajan en las calles de la ciudad, se acaba de sumar una hidroborradora. Esta máquina, que ha supuesto una inversión de 40.000 euros para las arcas de la empresa, está especializada en la eliminación de pintadas sin dañar las superficies. Ello la convierte en ideal para, por ejemplo, eliminar pintadas en fachadas de edificios históricos o estatuas. El operario de Emulsa utiliza la hidroborradora para lanzar contra la pintada una mezcla de agua a baja presión, aire y un microgranulado en forma de cono que borra la pintada sin alterar la textura.

Agua y aire a presión son la base del tratamiento que la nueva hidroborradora de Emulsa da para eliminar las pintadas sin atacar a las superficies. Arriba, un operario de Emulsa limpia una pintada en el pavimento de Cimavilla ante la mirada, al fondo, de la concejala Dulce Gallego.