Dentro de los proyectos en que se embarca Job Sánchez Julián (Ares, La Coruña, 1979), que va definiendo su camino a través de la ilustración y las campañas publicitarias, tenemos este del laberinto. Doce estampas, a modo de naipes o cartas de tarot, para un recorrido aleatorio por el laberinto, una baraja con tres palos para jugar al albur del camino. Un proyecto subvencionado por la Fundación Municipal de Cultura y materializado en Litografía Viña con la colaboración de Beatriz Corredoira y Josán López de Pariza. Como resultado, se editarán cinco ejemplares numerados en una carpeta grande. Laberinto es el azaroso camino de la vida, idealmente representado en las tumbas egipcias con trampas y falsos caminos para protegerse de los ladrones, la mansión del Minotauro clásico, el juego de la oca, la torre de Babel o los cuentos infantiles.

Job Sánchez plantea unas imágenes limpias, muy pensadas en composición y color, pues los naipes y las señales publicitarias en general requieren una visualización inmediata. Pero igualmente reclaman la permanencia en la memoria del espectador consumidor, para lo cual han de estar rodeadas de cierto atractivo misterio que inquiete y mueva la máquina de moler de una cabeza abotargada por continuas noticias espectaculares que duran lo que el pescado fresco. Job Sánchez domina esta mezcla de arte a la vez sencillo y provocador, de imágenes nítidas y colores vivos, de composición muy pensada, todo dentro del más moderno uso de los métodos clásicos del dibujo y la estampación.

El artista se inspira en los textos que acompañan la edición y que han sido escritos por Nano Pubul, que con mano segura juega a la definición concreta de cada carta y a su apertura a contenidos de variada índole, para dibujar el camino irrepetible y esotérico de las propias vivencias vitales. El sencillo catálogo a doble página, con textos e imágenes a color de cada una de las figuras, da cuenta de lo mucho que hoy le debemos a las nuevas técnicas y medios de comunicación digital, adecuados a tiempos de crisis.