E. M.

Un grupo de vecinos de El Muselín se manifestó ayer con varias pancartas en la glorieta situada junto a la Casa del Mar para denunciar «el expolio» de su barrio que, según dicen, prevé el Plan General de Ordenación (PGO). Los afectados arremetieron de este modo contra el proyecto municipal de convertir a largo plazo la ladera que habitan en una zona verde. El colectivo de residentes, presidido por Ángel Piñera, retomó de esta forma sus movilizaciones tras presentar, el pasado día 22 de noviembre, un conjunto de alegaciones contra el planeamiento urbanístico del Ayuntamiento. En estos escritos denunciaron «la falsedad» de los informes geológicos que aconsejan eliminar esta zona residencial por supuestos peligros de derrumbe.

Los residentes en El Muselín fundaron hace unos meses su asociación vecinal para defender sus intereses frente a la política urbanística que impulsa el Ayuntamiento. Desde entonces, han mantenido varias reuniones con responsables del área de Urbanismo sin llegar a ningún acuerdo. Por este motivo, y con el objetivo de dar mayor fuerza a sus demandas, decidieron integrarse en la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural «Les Caseríes» y, hace unos días, presentaron alegaciones al PGO. En estos recursos contradicen los estudios que el gobierno local esgrime para la eliminación del barrio, al recalificarlo como sistema general de espacio verde, y que fueron elaborados por David Villar García y Geocivil. A cambio, se ofrece la posibilidad de realojar en nuevos pisos a los actuales moradores de las propiedades afectadas. «Un intento de exterminarnos», según defiende la organización presidida por Piñera.

Frente a estos informes, los afectados han encargado los suyos propios, de los que se desprende que no existe riesgo de desprendimiento en la mayoría de los taludes analizados. Además, entienden que las grietas en algunas viviendas de El Muselín se deben a «su antigüedad», ya que tienen más de un siglo. De esta forma, pretenden evitar que «acaben con nuestras casas sin darnos una explicación al respecto».

La protesta de ayer se suma a las numerosas que han protagonizado durante los últimos meses los habitantes del barrio, especialmente en actos públicos en los que participan miembros del gobierno local o para frenar las excavaciones que una empresa llevaba a cabo en una de las laderas próximas al barrio con el propósito de transportar material de relleno a las obras de ampliación de El Musel. Aunque las pancartas fueron retiradas poco tiempo después por varios agentes de la Policía Local, la asociación tiene previsto continuar con sus quejas en un futuro inmediato. De esta forma, pretende evitar que un espacio habitado desde hace décadas se convierta en un parque.