M. S.

La reunión de ayer en el paseo de la Castellana, donde tiene su sede la Secretaría de Estado de Planificación e Infraestructuras, no sólo sirvió para licitar el levantamiento de las vías. La comisión ejecutiva de Gijón al Norte también acordó «la desafectación de los suelos de las empresas ADIF (el Administrador de las Infraestructuras de Renfe) y Feve», informó la sociedad promotora, en la que están representados el Ministerio de Fomento, el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento gijonés.

De esta forma, el ámbito del plan especial de las vías quedará liberado de sus actuales usos ferroviarios. Trámite necesario para poder acometer los trabajos de derribo y posterior urbanización del terreno, así como la comercialización del suelo edificable que resultará del soterramiento. Las plusvalías que se obtengan con la venta de los solares permitirán a la sociedad Gijón al Norte sufragar buena parte de la operación.

«Todo lo que se ha hecho hasta ahora abre las puertas a la fase constructiva. Lo lógico es que, en 2012, veamos las obras del plan de vías a pleno rendimiento», barajaba ayer el concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo. Aunque Fomento admite dificultades financieras a raíz de la crisis económica, su secretario de Estado de Infraestructuras confía en que la venta del suelo permita cuadrar las cuentas de una actuación urbanística que transformará radicalmente el centro de la ciudad.

El inicio del proceso de comercialización está previsto para dentro de un año y medio; esto es, para finales de 2012. Y, mientras se lleva a cabo la operación, Feve y Renfe operarán de forma provisional desde la nueva estación construida en la calle de Sanz Crespo. Con su traslado, el ferrocarril se aleja unos 850 metros de la zona de El Humedal, lo que ha levantado una gran polvareda entre los usuarios, principalmente de los servicios de cercanías. Los trabajadores aseguran que se están perdiendo viajeros.