R. GARCÍA

El club de buceo asturiano de Apnea hizo ayer un llamamiento convocando a cuantos submarinistas aficionados o federados y pescadores submarinos deseen participar el domingo en un rastreo masivo de la costa gijonesa. El objetivo de los voluntarios es el de ayudar en las labores que desde hace ya ocho días desempeñan las decenas de funcionarios de diferentes cuerpos de seguridad que tratan de encontrar al menor de 10 años de edad desaparecido en la bocana del puerto deportivo el jueves 29 de diciembre, tras un accidente marítimo en el que falleció el tío del niño y en el que resultaron heridos además otros dos menores y otro adulto, todos ellos con lazos familiares entre sí.

Los buzos voluntarios se reunirán a las nueve de la mañana el próximo domingo en el aparcamiento de la playa de El Arbeyal, el mismo punto en el que los responsables de la vigilancia se cerciorarán, a las dos de la tarde, de la vuelta de todos los voluntarios. «Se acude a título personal, sin representar a marcas, y es aconsejable llevar linterna», señalan los organizadores. Aquellos submarinistas que acudan a la cita con embarcaciones podrán botarlas en la rampa de El Musel o en la zona de Motonáutica, aunque no podrán superar en ningún caso la velocidad máxima de tres nudos. «Sólo queremos ayudar», señala uno de los organizadores, Constancio Herrera, «pretendemos aportar un granito de arena en la búsqueda». Los padres del pequeño desaparecido, vecinos ambos de Granada, se han desplazado ya en varias ocasiones a los alrededores del puerto deportivo para seguir las labores de rastreo. En las últimas horas recibieron la visita del concejal Rafael Felgueroso, que se interesó por su estado. Los voluntarios buscarán al pequeño desaparecido en la zona comprendida desde Faro Verde de Sacramento hasta el espigón de Marina Yates, incluyendo en su recorrido las playas de Poniente y El Arbeyal, unos lugares que en los últimos días ya han peinado las lanchas y en los que ahora se intentará tener más suerte con la búsqueda en el fondo del mar.

En el día de ayer, los responsables del operativo de rescate, capitaneado por Salvamento Marítimo, volvieron a ampliar la zona de rastreo. Después de que los helicópteros de la Guardia Civil se desplazaran a principios de la pasada semana a las localidades de Candás y Luanco, el «Helimer» de Salvamento Marítimo se trasladó ayer hasta Ribadesella. Por el momento, a pesar de los ingentes esfuerzos, no se ha obtenido resultado alguno.