La Policía Nacional de Gijón se ha incautado de 101 plantas de marihuana que fueron localizadas por los funcionarios policiales en una casa de aperos situada en una finca en Deva. La requisa se llevó a cabo gracias a la voz de alarma que dio el dueño de la parcela.

El gijonés alertó a los agentes días antes de la detención de que su inquilino "estaba reformando la construcción y había colocado unos tubos y focos que podían conllevar alguna actividad ilícita". Los investigadores desplazados hasta el lugar de los hechos comprobaron que con las obras el joven ahora detenido había acondicionado una plantación de marihuana con una instalación eléctrica ilegal que no estaba controlada por ninguna compañía de abastecimiento de energía. En el interior de la caseta había dispuesto la distribución de lámparas con focos halógenos y temporizadores de un consumo de más de 6.000 vatios así como un sistema de riego con filtros a presión que facilitaban el crecimiento del más de centenar de plantas que fueron incautadas por la Policía Nacional.

Además de las plantas los agentes encontraron en la caseta 110 gramos de cogollos así como varios productos fertilizantes e hidrópicos, complementos "habituales", según la Policía, para "asegurar un rápido y óptimo desarrollo de los brotes".

La investigación la llevó a cabo el Grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de El Natahoyo en Gijón.