Cuatro años. Es el plazo que se marca el gobierno local de Foro para poner en marcha un nuevo pozo de tormentas en El Arbeyal, la solución por la que apuestan para evitar que durante episodios de precipitaciones abundantes, como las del pasado mes de junio, no se colapse el sistema de saneamiento de la zona oeste y genere inundaciones como las vividas en la calle Brasil y sus aledaños.

Así lo explicaron ayer Esteban Aparicio, concejal de Foro y presidente de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), y Pablo Álvarez Cachero, gerente de la misma, en una reunión organizada por la Asociación de Vecinos "Alfonso Camín" de La Calzada. Su presidenta, Teresa Prada, había pedido al Ayuntamiento que explicase actuaciones previstas para mejorar el saneamiento en la zona oeste, cuya infraestructura "se ha ido quedando obsoleta porque la zona ha ido creciendo".

Algo que admitió Álvarez Cachero, que afirmó que, a corto plazo, se instalará una sexta bomba para mejorar "la capacidad máxima de bombeo" en la cuenca oeste de Gijón. Pero la principal medida será la puesta en marcha del depósito de tormentas para aliviar el trabajo de los colectores y evitar que éstos "entren en carga" y se saturen en temporales, como ocurrió el pasado mes de junio.

Sin embargo, tanto Cachero como Aparicio advirtieron a los vecinos que el plazo para construir el pozo de tormentas "es largo". Esos cuatro años que estiman servirían para licitar la redacción del proyecto, algo que se hará ahora, y licitar luego su ejecución, estimada "en unos siete u ocho millones de euros". Dejaron claro que "el dinero lo tenemos".

Algunos de los vecinos asistentes mostraron su preocupación ante posibles nuevos episodios de precipitaciones abundantes e inundaciones durante los cuatro años que lleve sacar adelante el proyecto del pozo de tormentas de El Arbeyal. Los máximos representantes de la EMA, sin embargo, mostraron su confianza en que no se repita algo similar.

Para ello, Cachero aportó un cuadro con el histórico de precipitaciones en Gijón y aseguró que "hay que retroceder diez años para encontrarse con un máximo de precipitaciones como el del pasado mes de junio". Los vecinos de La Calzada deberán confiar en que las estadísticas meteorológicas no fallen.