El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró ayer que desea mantener relaciones "de respeto" con Estados Unidos, al tiempo que instó a su recién nombrado canciller, Jorge Arreaza, a iniciar "las gestiones" para concretar una conversación telefónica con Donald Trump.

"Ratifico al presidente Donald Trump mi deseo de restablecer relaciones políticas, de diálogo, de respeto, en términos de igualdad", declaró el mandatario venezolano en el Palacio Federal Legislativo de Caracas.

Maduro añadió que también desearía celebrar un encuentro bilateral con el presidente estadounidense durante su próximo viaje a Nueva York para asistir a la reunión anual de la Asamblea General de la ONU. "Si está tan interesado en Venezuela, aquí estoy yo, aquí está el jefe de su interés, 'míster Donald Trump'", reiteró Maduro.

Estas declaraciones se producen en el marco de las recientes sanciones económicas y migratorias impuestas por EE UU al propio Maduro y a una veintena de altos cargos de su Gobierno, a los que Washington acusa de violar los Derechos Humanos y socavar la democracia. Sanciones que, a pesar de su invitación al diálogo, Maduro recordó en su discurso ante la Asamblea Nacional Constituyente: "¿Hasta dónde se cree el emperador Trump que es gobernador del mundo?", se preguntó Maduro.

El presidente de Venezuela entregó ayer, por otra parte, a la Asamblea Nacional Constituyente su nuevo proyecto de Constitución para el país. Una nueva Carta Magna llamada a "perfeccionar" la de 1999 aprobada por su antecesor, Hugo Chávez, y que deberá ser aprobada por este nuevo parlamento plenipotenciario, formado únicamente por miembros afines a su Gobierno.