Oviedo, M. J. I.

No pocos cantan las excelencias para la salud del lactobacilo (Lactobacillus bulgaricus), máximo responsable de la fermentación del yogur. Pero demostrarlo en Asturias no está resultando nada fácil. Lo sabe bien el equipo científico coordinado por el Centro Nacional de Competencia de la Leche y compuesto por expertos en ciencias biomédicas del Hospital Central de Asturias y del área de atención primaria de Langreo.

Desde hace varias semanas los investigadores buscan debajo de las piedras entre 60 y 70 voluntarios para probar los beneficios del lactobacilo en la salud. Pero no los encuentran. El proyecto, con un presupuesto de 124.370 euros para un plazo de dos años, está impulsado por el plan de Ciencia, Tecnología e Innovación del Principado a través de la FICYT y de la empresa Comercio, Inversiones y Promociones Bulgaria.

Es la primera vez que en Asturias se trata de asociar alimento y salud a través de la colaboración multidisciplinar de investigadores del Hospital, caso de Carlos López Larrea, y médicos de atención primaria, cuyo representante es el doctor Juan Saavedra. Celina Quirós, directora del Centro Nacional de Competencia de la Leche, explica que el Lactobacillus bulgaricus en dosis equivalente a 3 yogures al día puede tener efectos beneficiosos en la osteoporosis y el sistema inmune. Para corroborarse, el equipo de investigación necesita reclutar voluntarios en los centros de salud de Blimea, Laviana y Sotrondio. Se buscan mujeres y hombres mayores de 65 años y sin enfermedades. Lo único que tendrán que hacer es tomar yogur.

Quirós explica que los lactobacilos son microorganismos que, cuando se ingieren, ejercen una influencia positiva sobre la salud. Ilya Metchnikoff, premio Nobel de Medicina en 1908, demostró científicamente los beneficios que proporcionaba el consumo de yogur a los pobladores de los Balcanes, en los que asoció su gran longevidad y buena salud al elevado consumo de este alimento.

Las bacterias que se emplearán en el proyecto estratégico del Centro de Competencia de la Leche han sido aisladas en una región de Bulgaria donde la población presenta características inusuales de longevidad. Para estudiar los efectos positivos de estas bacterias, llamadas Lactobacillus bulgaricus, en la prevención de la osteoporosis los investigadores asturianos evaluarán las diferencias en la masa ósea entre la población a la que se suministrará el lactobacilo y el resto. El proyecto también pretende evaluar las propiedades del lactobacilo sobre el sistema inmunológico.

El fermento «mágico»

El envejecimiento deteriora el sistema inmune, un trastorno conocido como inmunoesenescencia, que afecta a un número creciente de asturianos. El lactobacillus, responsable de la fermentación del yogur, puede ayudar a frenar las consecuencias del envejecimiento.

Evitar los tumores

El correcto funcionamiento del sistema inmunológico previene la formación de tumores. En teoría, el lactobacilo fortalece el sistema inmunológico. Los investigadores asturianos también quieren demostrarlo con datos sobre la mesa y con asturianos que se presten a este estudio.