La producción del nuevo Mégane, cuarta generación de este emblemático modelo de Renault que en fechas muy breves saldrá al mercado, se puso en marcha en la factoría palentina de Villamuriel de Cerrato, una moderna planta que también fabrica el SUV Kadjar.

Renault tiene en España 4 factorías situadas en Valladolid (Captur, Twizy y motores), Sevilla (cajas de velocidades) y Palencia (Mégane y Kadjar). La marca francesa del rombo decidió invertir 600 millones de euros de 2014 a 2016 para adaptar las instalaciones industriales y cumplir con las exigencias de calidad de sus factorías españolas.

La factoría de Palencia, que fue inaugurada en enero de 1978, tiene una superficie de 1,66 millones de metros cuadrados y en la actualidad cuenta con una plantilla de 4.200 personas (17 por ciento, mujeres) y exporta el 88 por ciento de su producción.

Desde su puesta en marcha ha fabricado más de 6 millones de vehículos (incluidos más de 4 millones de Mégane desde 1995) y modelos tan populares como R12, R18, R14, R9, R11, R21, R19, Laguna, Mégane 1, Mégane 2, Mégane 3 y Kadjar.

La planta castellano-leonesa ha acelerado el ritmo para el lanzamiento del nuevo Mégane, que se presentó en el mes de septiembre en el Salón de Fráncfort. Debido a la fuerte demanda comercial para Kadjar, se ha restablecido el tercer turno de producción (el turno de noche que había desaparecido a finales de 2011). Además, la plantilla de la factoría se ha duplicado en año y medio y ha pasado de 1.900 a 4.200 personas.

En Palencia se aplica desde principios de 2015 el Alliance Production Way (APW), una síntesis de las mejores prácticas de los dos sistemas de producción Renault y Nissan, para un mayor rendimiento y competitividad. La producción sincronizada con la demanda de los clientes, sinónimo de calidad y de cumplimiento de los plazos, es el corazón del APW.

La formación del personal es una de las claves del aumento de la cadencia. En el año 2014, el número de horas de formación era de 42 horas por persona. Con la llegada de los nuevos modelos, esta cifra se ha duplicado para reforzar el conocimiento de los nuevos productos, seguridad, calidad y calidad percibida. El 100 por ciento de los operarios pasan por las "escuelas de destreza".

Palencia destaca por sus áreas de soldadura, pintura y montaje. Unos flamantes robots de color naranja y negro, pasillos amplios por los que circulan pequeños carros automatizados (AGV), mucho color y luz, y unas 800 personas orquestándolo todo. Con un total de 874 robots, tiene el aspecto de una factoría del futuro.