Langreo, P. CASTAÑO

Las obras del polígono industrial de El Cadavíu acabaron, hace tres años, con la antigua estación del Ferrocarril de Langreo en el valle del Samuño. A pesar de su valor patrimonial e histórico, la piqueta convirtió en escombros la vieja terminal del ramal minero que unía Sama y El Cadavíu. A escasos cien metros donde se encontraba, el Ayuntamiento de Langreo está levantando ahora una nueva estación ferroviaria que nace al calor de las expectativas turísticas que genera la nostalgia del pasado industrial.

La nueva terminal se incluye en el proyecto del ferrocarril minero turístico del valle del Samuño. El Ayuntamiento de Langreo ya tiene lista la estructura del complejo, que consta de dos edificios, uno de ellos inspirado en la estación derribada, unidos por una marquesina en la que el futuro trenillo turístico recogerá a los visitantes para viajar por el pasado de la minería en las Cuencas. La nueva estación alojará un centro de recepción, las taquillas del tren turístico, las oficinas y un aula de interpretación del valle minero del Samuño. Este equipamiento está incluido en el proyecto del tren minero, que se financia con 6,5 millones de euros de los fondos del plan del carbón y que está desarrollando la empresa estatal Tragsa. Las obras ya se encuentran en un avanzado estado de ejecución y el Ayuntamiento de Langreo prevé que puede concluirse en el primer trimestre del próximo año.

El trazado ferroviaria parte de la estación que se está construyendo en El Cadavíu y tras recorrer poco más de un kilómetro por la caja de la antigua línea de Carbones La Nueva (que ya está acondicionada pero aún falta colocar las vías) llega hasta las instalaciones del pozo Samuño, donde a través del Socavón Emilia se introduce en una galería minera subterránea de casi un kilómetro que ya está rehabilitada. El viaje finaliza a la altura de la caña de la mina San Luis de La Nueva, a 31 metros de profundidad, donde los turistas se aperarán del trenillo, con capacidad para 58 personas, y saldrán al exterior montados en la jaula del pozo. En estos momentos, los operarios de Tragsa están acondicionado el viejo castillete de San Luis para que vuelva a cumplir su función. Una vez en el exterior, los turistas podrán visitar los diferentes edificios de la mina: la sala de máquinas, la lampistería, los talleres, la casa de aseos?

El Ayuntamiento de Langreo ya tiene encargado el trenillo que circularán por la línea. Estará compuesto por una locomotora modelo DPL 50F de fabricación checa y cinco vagones de los cuales cuatro podrán transportar hasta doce pasajeros y el quinto, habilitado para personas con discapacidad, a diez. El trenillo será similar a los utilizados en el interior de las minas pero adaptado para cumplir las normativas de una instalación turística.

Con este proyecto, los trenes volverán a circular por el encajonado valle del Samuño, por el que llegaron a discurrir hasta cuatro trazados ferroviarios: el ramal del Ferrocarril de Langreo y tres líneas de vía estrecha de diferentes compañías mineras.