Cangas del Narcea,

Pepe RODRíGUEZ

La polémica generada en torno a la ausencia del servicio de anestesia epidural en el Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea continúa en boca de todos los habitantes del suroccidente asturiano. Las asociaciones de la comarca han sido ahora las que han iniciado un proceso para exigir que se aplique la epidural de Cangas del Narcea mediante una recogida de firmas que se presentará en los ayuntamientos de Tineo, Degaña, Ibias, Pola de Allande y Cangas del Narcea con el fin de que, de una vez por todas, el Principado se comprometa a dispensar este tipo de anestesia a las pacientes.

La iniciativa parte de las asociaciones del concejo de Tineo: Cumbre-Tineo, Asociación de Comerciantes, Asociación Cuarto La Riera, Asociación Cuarto Los Valles, Amas de Casa y Aquelarre. Todas ellas defienden que es una injusticia inexcusable que el hospital no cuente con este servicio. Además, quieren que se les unan en su labor de recogida de firmas todas las asociaciones y organizaciones posibles de los concejos afectados para que, de una vez por todas, se escuche la voz popular en los órganos de decisión del Principado.

No es la primera vez que se organiza una medida similar y, hasta ahora, los resultados siempre son los mismos, ya que el servicio no sólo no se instaura, sino que no entra siquiera en los planes de futuro del Gobierno del Principado.

La gota que ha colmado el vaso de la crispación de estas asociaciones, y quienes a ellas se unan en su reclamación, es la actitud del consejero de Sanidad, José Ramón Quirós, que recientemente declaró que la anestesia epidural no se implantará por no ser rentable, al producirse un bajo número de partos a la semana.

Tal y como saben todos los vecinos de los concejos que utilizan el hospital comarcal, las mujeres embarazadas de la zona van a dar a luz al centro, en un porcentaje que ronda el ochenta por ciento, dado que quieren tener el mismo derecho que el resto de asturianas a parir sin dolor. Las asociaciones promotoras de la idea creen que es «inaudito» que en el siglo XXI sigan existiendo desigualdades tan notorias, que empeoran notablemente la calidad de vida de la zona rural.

La opinión general al respecto, tal y como comentan los presidentes de las asociaciones, es que «no es de recibo usar excusas de carácter económico a la hora de valorar un servicio médico paliativo del dolor de una parte de la población históricamente desfavorecida como son las mujeres».

Además, continúan, «aceptar el hecho de que el Hospital de Cangas no puede contar con un servicio tan necesario por ser muy caro y no salir rentable supone, de facto, aceptar cualquier restricción sanitaria». Los vecinos no cesarán en su lucha hasta que «instauren el servicio».