Navia tendrá la planta de tratamiento de purines más moderna de España en enero de 2015. En esa fecha, Biogastur (participada por Central Lechera Asturiana en un 25 por ciento), tiene previsto abrir las puertas de unas instalaciones que permitirán transformar en energía el metano (gas) del purín generado en las explotaciones ganaderas de parte de Asturias. La empresa presentó ayer el proyecto, en el que mostraron su interés tanto el Ayuntamiento de Navia como el Principado por resultar «positivo» para el medio ambiente (se evita la emisión del dióxido de carbono del purín) y generar una energía «completamente limpia», como destacó el alcalde, Ignacio García Palacios.

Los primeros trabajos en el terreno donde se instalará la futura planta son posibles después de tres años de tramitación. El presidente de Biogastur, Antonio Pérez, destacó las trabas administrativas para poner en marcha una actividad novedosa en Asturias. En España, existen ocho plantas de tratamiento de purines, pero ninguna de igual tamaño y características que la que funcionará en Navia en 2015.

La elección de Navia para acoger las instalaciones está relacionada con las infraestructuras ya hechas y de las que se puede beneficiar Biogastur. La fábrica verterá los líquidos generados por su actividad, una vez tratados, a través del emisario de la papelera de Ence. Biogastur ha llegado a un acuerdo con la multinacional para utilizar esta infraestructura y no se descarta que en un futuro puede usar el ramal férreo que comunicará directamente (está aún en obras) la planta de celulosa de Ence con El Musel de Gijón.

La planta de purines de Navia podrá recibir como máximo 1.000 toneladas de purín al día y se estima que recibirá a 45 camiones diarios con material. Tiene una capacidad de producción de 36 millones de kilovatios, es decir, podría abastecer de electricidad (una vez generada la energía con el gas del purín) a 15.000 hogares. La instalación tendrá entre 20 y 25 años de vida y explotará el purín de las ganaderías de la zona. Se estima que trasladarán purín hasta Navia las ganaderías (en principio las asociadas a CLAS) que se encuentran en un radio de acción de entre 50 y 70 kilómetros.

El presidente de CLAS, Bertino Velasco, considera el proyecto muy positivo para el sector ganadero, que vive momentos duros. «Los purines eran un inconveniente y limitaban la actividad del ganadero», destacó. La directora general de Ganadería, Rosa Urdiales, también ensalzó los beneficios de la iniciativa empresarial por facilitar la gestión de un residuo que en las explotaciones actuales, más industriales que las familiares de antaño, generan «un problema».

El alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, se detuvo en las críticas de los ecologistas al proyecto. Para ellos tuvo unas duras palabras: «No podemos entender el ecologismo como un juego de salón en el que siempre te pillo».

Palacios indicó que los movimientos ecologistas también critican los vertidos no controlados de purín.