Contentos pero impacientes porque la obra de estabilización definitiva del talud se lleve a cabo de forma inmediata. Así se encuentran los vecinos de la calle Clarín de Cangas del Narcea afectados por un desprendimiento de tierras en enero de 2013. El juez de Primera Instancia e Instrucción de Cangas les ha dado la razón y ha condenado a ejecutar las obras necesarias para estabilizar definitivamente el talud a la empresa promotora, Construcciones Adralés, y al arquitecto, Emilio Llano, que llevaron a cabo las obras de urbanización de las calles Santa Bárbara y Clarín, entre las que se produjo el argayo.

"Estamos contentísimos, llevamos mucho tiempo esperando y aunque pensábamos que la razón estaba claramente de nuestra parte, hasta que no lo vimos con la sentencia en la mano no estás tranquilo", explica el vecino Emilio Arbas. Los vecinos coinciden en que el fallo judicial "cumple con todo lo que pedíamos que era que se declarasen unos responsables del argayo y que a esos responsables se les condenase al arreglo definitivo del talud y al pago de los daños en los edificios".

No obstante, los afectados aseguran que la alegría no será completa hasta que la sentencia no se ejecute y se haga la obra. Porque nadie olvida los difíciles momentos pasados en el vecindario tras el desprendimiento de toneladas de piedras y tierra contra sus fachadas, que obligó a desalojar a varias familias durante más de un año de sus casas, ni el peligro que sigue latente tras sus edificios. "Aunque pasó tiempo no podemos olvidarnos de aquellos meses en los que hubo familias desalojadas y el resto de edificios estaban pendientes de desalojo hasta que conseguimos el arreglo provisional, que es eso, provisional, y nos interesa que se ejecute pronto la sentencia porque esta obra tiene una caducidad", recuerda Arbas.

Ahora les toca esperar. Los demandados tienen un periodo para presentar recurso de apelación, acción que los vecinos creen que se llevará a cabo. En ese caso, el abogado representante de los denunciantes, Félix Lobato, anuncia que pedirá la ejecución provisional "para que se vayan agilizando los trámites". Además, exigirá que sean técnicos y peritos de su confianza los que supervisen la obra.

La sentencia, que absuelve al geólogo que participó en las obras, condena solidariamente a los demandados "a la ejecución de los trabajos necesarios para estabilizar de forma permanente el talud existente entre la calle Santa Bárbara y la calle Clarín" de acuerdo al proyecto realizado por la empresa Ingeotec 2001, que el Ayuntamiento cangués encargó redactar tras el desprendimiento. "Nos llamó la atención que el juez diese de forma clara la razón a los informes periciales presentados por nuestro abogado y a la vez desestimara los de la otra parte, que para nosotros siempre fueron ideas que no estaban desarrolladas y el único proyecto válido era el de Ingeotec", comenta Arbas.

Además, los vecinos se felicitan porque el juez no haya estimado ninguna de las causas presentadas por los acusados sobre el argayo. "La sentencia es clarísima y no tiene en cuenta la ciclogénesis explosiva ni las berzas plantadas por los vecinos de los chalés ni otras zarandajas que dijeron, la responsabilidad es clara, el movimiento de tierras que se hizo fue caótico, se construyó sin seguir la mínimas normas de seguridad y se edificó antes de urbanizar la zona", subrayan.

A pesar de que el talud está estabilizado, los vecinos no pueden evitar pensar que pronto llegará de nuevo el invierno y "la obra es provisional".