Black Dragon es el nombre con el que se conoce en la actualidad a la empresa Astur Gold, la compañía que desde el año 2010 trata de explotar el yacimiento de oro que alberga el subsuelo del entorno de los lagos de Silva, en Tapia de Casariego. El primer proyecto, junto a los dos modificados, no contaron con el visto bueno del Principado, y en diciembre de 2014 se frenó el, hasta ahora, último intento, a raíz de los informes negativos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). Astur Gold llevó entonces al Principado ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) para reclamarle una indemnización de 8,5 millones de euros, un caso aún sin resolver.

La compañía mudó de nombre y ha iniciado una nueva estrategia. Ha elegido a José Manuel Domínguez para liderar un nuevo proyecto minero en Tapia, al frente de la empresa subsidiraria Exploraciones Mineras del Cantábrico. Prometen "unas instalaciones sostenibles".