Onao (Cangas de Onís),

Alba SÁNCHEZ R.

Un grupo de vecinos de la localidad canguesa de Onao se ha movilizado para impedir que las escuelas públicas del pueblo, abandonadas desde hace más de dos décadas, sean vendidas, toda vez que el Ayuntamiento de Cangas de Onís ha logrado la desafectación del uso educativo del inmueble por parte de la Consejería de Educación del Principado. Los vecinos se desplazaron al Consistorio para hacerle llegar al alcalde, Alfredo García, su interés en conservar las escuelas.

Esta escuela es una de las cinco del municipio cangués, junto con las de Següencu, Santianes de Ola, Coviella y Oliciu, que permanecían sin desafectar. Este paso, que el Ayuntamiento solicitó ya en el mes de septiembre al Principado, es necesario para poder dar cualquier otro uso al edificio. La medida fue aprobada por unanimidad de todos los partidos políticos del Ayuntamiento cangués el pasado mes de septiembre, en un pleno ordinario.

Los habitantes de Onao se oponen a la desafectación del inmueble porque consideran que las escuelas son de su propiedad, ya que su convecino Eduardo Llanos las donó al pueblo con esa finalidad, según argumenta Francisco Junco, quien añade que no les importa que el Ayuntamiento asuma la gestión del edificio, pero manteniendo la propiedad municipal del mismo. A este respecto, los vecinos aseguran que, si el gobierno municipal muestra intención de vender el inmueble, reclamarán la propiedad del mismo por medio de la constitución de una sociedad.

El alcalde, Alfredo García, ha manifestado que las escuelas son para uso del pueblo y que, a menos que el pueblo decida venderlas para destinar los ingresos a la mejora del pueblo, estas «no se venderán». Este supuesto se dio con la casa del maestro de la localidad canguesa de Següencu, que el pueblo decidió vender para sufragar los arreglos de la escuela, cuyo edificio funcionará como lugar de encuentro de todos los vecinos.

El Ayuntamiento cangués, que es el que tiene capacidad jurídica sobre las escuelas municipales de Onao, afirma que escuchará a los vecinos y que el uso del edificio se resolverá según sus necesidades. En el caso de Santianes de Ola, los vecinos quieren habilitar la escuela para instalar un telecentro abierto a todos los vecinos. Todo «en función de la ilusión que tenga cada localidad», apostilla Alfredo García. A este respecto, el Alcalde hace notar que una propiedad sin uso se deteriora rápidamente.