Ribadesella,

Patricia MARTÍNEZ

¿Quién mejor que un alumno para resolver los conflictos entre sus compañeros y ayudarles a integrarse en el centro? En el Instituto Avelina Cerra de Ribadesella tienen claro que nadie; por eso han formado el grupo de convivencia «Collacios S.A.», una experiencia piloto en la que participan diez estudiantes de diferentes cursos.

La idea surgió después de que la profesora María José Díaz asistiera, el año pasado, a un curso de resolución de conflictos en el que supo de otras experiencias. Pensaron que sería una buena idea para que los alumnos «sientan el centro suyo» y decidieron importarlo. Para Ana García, de primero de Bachiller, es «interesante compartir con el resto de alumnos las normas de convivencia y ayudar a los demás a integrarse». Su compañera Blanca Sopeña, de tercero de Secundaria, añade que «si alguno tiene un problema, puede acudir a nosotros».

Los alumnos ven el Instituto desde dentro y eso les permite una cercanía que no tienen los profesores. Cuando llega alguien nuevo, le ayudan a que se integre, como es el caso de Sopeña, que se trasladó hace un año desde Ibiza, donde la gente «era diferente. Cuando vine aquí necesitaba integrarme un poco». Ahora es ella la que ayudará a quienes se incorporen al centro y cree muy positivas «las cosas que hacen que sea más rápido», como esta. En las mentes de los «Collacios S. A.» también está echar una mano a los menores del centro, los chicos que vienen del colegio y empiezan primero de Educación Secundaria.

Este año ha sido de preparación y para el próximo ya cuentan con ponerse en plena marcha. Tienen una página web y van a crear un perfil en «Tuenti», la red social con mayor éxito entre los adolescentes. Se reúnen cada quince días y reciben sugerencias de sus compañeros, tanto de forma personal, en el centro, como a través del correo electrónico o de las redes sociales.

A finales de este curso llevaron a cabo sus primeras misiones: actividades contra el maltrato, por el Día del Libro y contra los recortes en la educación pública. Para protestar contra lo último, y en consonancia con el movimiento que hay en muchos centros de todo el país, han creado la «marea verde» de los jueves. Destinan el segundo recreo a concentrase en la zona ajardinada frente al centro, donde leen un manifiesto.

En cuanto al tipo de problemas del centro, aseguran que el peor que se puede dar es «la marginación, que todos estén en grupos y haya alguien solo». Cuando esto suceda, el grupo «Collacios S. A.» deberá intervenir para evitarlo.

En el Avelina Cerra no conocen, afortunadamente, casos de acoso escolar como los que a menudo salen en las noticias. «Nunca hubo el "bullying" que nos muestran», afirma Mónica Lombardero, de primero de Bachiller y también miembro del grupo. Si llegara a haberlo, la alumna cree que la labor que realizan «sería una buena forma de detectarlo y frenarlo». Díaz, una de las profesoras implicadas, apunta entre sus objetivos que «lo que ocurra en el centro dependa también de ellos, que participen en la organización de actividades e intervengan en la resolución de conflictos».

Este planteamiento no excluye la necesaria disciplina entre docentes y estudiantes, pero en el Avelina Cerra creen que «es fundamental prevenir los conflictos, mejor que intentar solucionarlos cuando han estallado», como señala la jefa de estudios, Beatriz Moreta. El proyecto aspira a que el resto de alumnos del centro vea en los miembros del grupo una posibilidad «de comunicar sus problemas. Como son compañeros, pueden hablarles más abiertamente», añade.

Entre los planes inmediatos de los «Collacios S. A.» está incluir miembros de primero y segundo de Secundaria porque «a lo mejor a simple vista no vemos nada» y de esta forma también los alumnos de menor edad podrán hacer de portavoces y mediadores entre sus iguales. Este grupo de ocho chicas y dos chicos cree muy importante la variedad de puntos de vista y promete trabajar por la mejor convivencia.