El catálogo que se tramita en paralelo al nuevo Plan General de Ordenación (PGO) de Ribadesella no prevé ninguna protección para la plaza de Abastos, al no considerarse un elemento de interés. Esta circunstancia permitirá, una vez aprobado el planeamiento, demoler un edificio que se ha situado en el punto de mira de muchos riosellanos una vez derribada la nave de Angulas Delfa y saboreadas las vistas sobre la ría del Sella.

La plaza de Abastos está protegida únicamente en las normas subsidiarias que rigen el Urbanismo en el concejo desde 1997, al ser uno de los pocos edificios racionalistas que existen en Ribadesella. Concebida como lugar de venta de productos agroalimentarios, son muchos los vecinos que cuestionan su funcionalidad actual.

"Hace ya mucho tiempo que dejó de tener función como tal, ya no tenemos agricultores y su demolición dejaría un espacio tremendo en lo mejor de Ribadesella", opina Roberto Pire, quien ve posibilidades de actuar sobre la plaza y tiene "claro que debería desaparecer y dejar un gran espacio público para construir un aparcamiento subterráneo en esa zona y un parque y un aparcamiento en el exterior".

A juicio de Toni Silva, escritor e historiador local, "habría que considerar conjuntamente el espacio del solar de Delfa con la plaza de Abastos", teniendo en cuenta que ha finalizado su uso como tal. Silva apuesta por tirarla "con todo el dolor de corazón" y asegura que el municipio ganaría "mucho más habilitando ese espacio y poniéndolo en relación con el puente nuevo", que ve "muy necesario".

"Creo que el pueblo no puede renunciar a ello, hay que tirar el actual, hacer uno nuevo y aprovechar el espacio de la plaza de Abastos como zona de entrada". En su opinión, quedaría una "zona espaciosa" para que desembocara la nueva infraestructura, mientras que el solar contiguo podría quedar para "aparcamiento al servicio de pueblo, lo que más falta hace, posiblemente en dos niveles".

Con todo, existe cierta división respecto a un tema que seguro seguirá dando que hablar en la villa riosellana y que, según proponen algunos vecinos, podría incluso alcanzar a la Casa del Mar, contigua por el otro lateral a la extinta nave de Angulas Delfa.