P. G.

Reivindicar el lugar de la mujer en la historia pasada y reciente de la música. Ése era el objetivo de Gema Salas Villar, profesora del Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner de Oviedo, y la intención acabó convertida en el libro «Música y músicas», presentado ahora en la institución docente musical con el apoyo del Centro de Profesorado y Recursos (CPR) de Gijón, que edita la obra junto a la Consejería de Educación.

«Nunca se había hecho un estudio así desde una perspectiva de género», afirma Salas Villar, que, con un enfoque feminista de la musicología, estudia en esta obra la aportación musical de mujeres tan relevantes como Hildegard von Bongen en la composición musical o Clara Schumann en el apartado de interpretación. Mecenas como Bárbara de Braganza -«única destinataria de las sonatas de Scarlatti»-, la regente María Cristina o la reina Isabel II. Docentes como Nadia Boulanger. Y como curiosidad y en contraste con sus compañeras históricas, la figura de la cantante Madonna dentro de la música popular y urbana. Ahora, la profesora pretende dotar de la misma perspectiva de género a un proyecto de investigación sobre la cultura romántica en el piano español entre 1830 y 1855.

La presentación de esta nueva obra no podía hacerse sin música. Y en este caso, de estreno. El del quinteto de metales «Cinque M Brass», compuesto sólo por mujeres y que interpretó el rondó de la suite de Henry Purcell «Abdelazer». Tras ellas, la lectura dramatizada de una carta de Alma Mahler a cargo de la profesora de interpretación Ester Alabor. Y como cierre, el «Divertimento para flauta, oboe y clarinete» de Malcomlm Arnold, y el primer movimiento de la «Sonata para viola y piano» de Rebecca Clarke.